Contra la muerte del espíritu y la tierra

A veces uno se siente solo practicando su particular lucha contra aquello que considera erróneo, injusto e intolerable. Por ello, da una inmensa alegría encontrar iniciativas como la del Manifiesto contra la muerte del espíritu y la tierra, un texto que suscriben notables personajes de la cultura española, así como diferentes profesionales de prestigio, con lo cual, este grito contra la muerte del espíritu tiene más posibilidades de ser escuchado. Quiero, desde este blog y a título particular, apuntarme al carro de este manifiesto y ayudar a su divulgación.

Extraigo algunas de sus frases, pero podéis leerlo completo en www.manifiesto.org

“La inquietud que aquí se expresa es la derivada de ver desvanecerse ese afán gracias al cual los hombres son y no solo están en el mundo; esa ansia por la que expresan toda su dicha y su angustia, todo su júbilo y su desasosiego, toda su afirmación y su interrogación ante el portento del que ninguna razón podrá nunca dar cuenta: el portento de ser, el milagro de que hombres y cosas sean, existan: estén dotados de sentido y significación”.

“Carecer de destino, estar privados de un principio regulador, de una verdad que garantice y guíe nuestros pasos: semejante ausencia –semejante nada– es sin duda lo que trata de llenar la vorágine de productos y distracciones con que nos atiborramos y cegamos. De ahí proceden nuestros males. Pero de ahí procede también –o mejor dicho: de ahí podría proceder, si lo asumiéramos de muy distinta manera– toda nuestra fuerza y grandeza: la de los hombres libres; la grandeza de los hombres no sometidos a ningún principio absoluto, a ninguna verdad predeterminada; el honor y la grandeza de los hombres que buscan, se interrogan y anhelan: sin rumbo ni destino fijo. Libres; es decir, desamparados. Sin techo ni protección. Abiertos a la muerte”.

“Si el tema de nuestro tiempo, por parafrasear a Ortega, no es otro que el constituido por esta profunda paradoja: la necesidad de que se abra un destino para los hombres privados de destino y que han de seguir estándolo; si nuestra cuestión es la exigencia de que se abra un sentido para un mundo que descubre –aunque encubierta, desfiguradamente– todo el sinsentido del mundo; si tal es, en fin, nuestro “tema”, la cuestión que entonces se plantea es: ¿mediante qué cauces, a través de qué medios, de qué contenido, de qué símbolos, de qué proyectos… puede llegar a abrirse semejante donación de sentido?”.

Para leer el manifiesto completo: www.manifiesto.org

Os deseo un FELIZ año 2007 lleno de sentido para todos.

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