En la última película de la serie Star Trek, titulada “En la oscuridad”, hay una escena, casi al final de la película, en la que el capitán James Kirk está atrapado en una cámara, a punto de morir. Mantiene el siguiente diálogo con Mr. Spock:

–Tengo miedo Spock. Ayúdame a no sentir. ¿Cómo se elige no sentir?

–No lo sé, ahora estoy fracasando.

La película nos puede gustar o no; pero estoy seguro de que muchos de nosotros, en algún momento, ante algún gran dolor, cuando hemos sentido miedo ante la muerte o ante los problemas de la vida, nos hemos hecho la misma pregunta que se hacía el capitán Kirk: ¿cómo se elige no sentir?

El capitán Kirk debió hacer la pregunta a Platón en vez de a Spock, porque Platón sí conocía la respuesta. La respuesta es no. Los seres humanos no podemos elegir no sentir; lo que sí podemos es elegir lo que queremos sentir.

Y este paso, elegir lo que queremos sentir, ha estado en el corazón de la filosofía práctica, formaba parte del programa de dialéctica emocional que Platón desarrolló a través de sus libros. Como no podemos elegir no sentir, el objetivo de su programa de dialéctica emocional era aprender a sentir. Saber sentir es esencial si queremos continuar nuestro viaje a la última frontera, que no es el espacio exterior sino nosotros mismos.