El idealismo del Quijote

EL IDEALISMO DEL QUIJOTE
Publicado el 8 de abril de 2012 en
http://www.filosofiaparalavida.org/2012_04_el-idealismo-del-quijote.html
Iván Eskildsen

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad…
¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión!
¡que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!
Rubén Darío

Este 23 de abril, día en que falleció Miguel de Cervantes, se celebra el Día Mundial del Libro. Por ello hemos decidido rendirle un homenaje a Don Quijote de La Mancha, ese gran personaje que más de 400 años después de que Cervantes lo sacara a la luz, continúa inspirando a generaciones y generaciones de jóvenes y adultos.
Pero no es a cualquier característica que rendimos homenaje, sino a una muy especial: el idealismo del Quijote. Aquel rasgo que le llevó a luchar por todo lo justo y bueno en el mundo, a pesar de que dudaran de él las personas a su alrededor.
En psicología se conoce que el ser humano posee un subconsciente en el cual duerme un potencial; se explica que dicho potencial se expresa a través de arquetipos o valores que se pueden despertar en la medida que cada uno los descubra y los desarrolle.
Así, consideramos que el sentido profundo con que Cervantes representó al Quijote fue para despertar una de esas fuerzas dormidas en todos nosotros.
Si eres de aquellas personas que rechazan la ausencia de valores de nuestro mundo; si eres de los que sienten el dolor de los demás como propio y, cuando has tratado de hacer algo por otros, alguien cerca de ti te ha tratado de disuadir diciendo: “debes preocuparte de cosas más importantes”, “te vas a morir de hambre si solo piensas en eso”… entonces El Quijote está dirigido a ti.
Cervantes quiso enseñarnos que el mundo necesita idealistas que logren persistir en sus convicciones. Aunque estemos en una Edad de Hierro, como decía el Quijote, solo se podrá mejorar el mundo mediante la entrega de los idealistas que creen en que se puede volver a reconstruir una Edad de Oro, si así se determinan a trabajar por ello.
El Quijote nos enseña a mantener una fe inquebrantable en nuestros ideales. En nosotros está el valor para superar el escepticismo de los tibios que nos rodean. Los “cuerdos” que acarician la apacible comodidad de una vida “normal”, sin mayores riesgos ni peligros, siempre tratarán de persuadirte… pero si despiertas al Quijote que hay en ti, dedicarás tu vida a cultivar todo lo noble y justo y quizá así alcanzar una verdadera felicidad, una paz interior.

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