Podemos entender la cultura como el mundo humanístico, intermedio entre lo espiritual y lo animal. Es una escala de ascenso hecha de lo mejor de nosotros mismos y puesta en común en un juego de relaciones…
…pero desintegramos y disociamos nuestro mundo en múltiples caras sin conexión olvidando que, si observáramos el mundo desde el alma, lo acomodaríamos a su finalidad, pues el alma unifica, da profundidad, dirección y luz.