La paz ha de nacer primero, no de un pacto entre los hombres, sino de un pacto íntimo y personal que se exprese en rectitud, generosidad, sabiduría y amor.
La paz ha de nacer primero, no de un pacto entre los hombres, sino de un pacto íntimo y personal que se exprese en rectitud, generosidad, sabiduría y amor.