Es curioso la gran cantidad de páginas web en las que aparece el anuncio: ¡Calcula la fecha de tu muerte! No sé muy bien cómo harán los cálculos. Pero no hay dudas de que el rey en este campo fue el matemático francés Abraham de Moivre.
Moivre hizo grandes aportes a las matemáticas: números complejos, trigonometría, cálculo de probabilidades, etc. Fue miembro de la Royal Society y buen amigo de Newton. A pesar de éstos y otros muchos méritos, Moivre fue pobre toda su vida. Se ganaba la vida entre las clases particulares y jugando al ajedrez en su cafetería favorita.
A Abraham de Moivre le llamaron en su época el rey del cálculo. Pero Abraham de Moivre ha pasado a la historia como el hombre que predijo exactamente la fecha de su muerte. Cuentan que un día, al levantarse por la mañana, cayó en la cuenta de que cada día dormía veinte minutos más que el día anterior.
A partir de ahí conjeturó que moriría el día que durmiera durante 24 horas. Ese día, calculado por él mismo, era el 27 de noviembre de 1754. La causa oficial de su muerte quedó registrada como «somnolencia».
Estoy en la duda de si esto fue el triunfo del cálculo o más bien el de la autosugestión. Y por supuesto, queda la pregunta: ¿qué hubiese pasado si en vez de dormir veinte minutos más cada día hubieran sido veinte minutos menos?