Hay muchas «filosofías» en la vida, muchas formas de afrontar la vida. La filosofía, que en su origen fue un ejercicio de la razón entre los griegos, una forma de tomar como guía nuestra parte mental, tenía como finalidad dar al hombre su más alto «registro», dejando atrás la variabilidad física o emocional.
Además, la filosofía aspiraba a poder conectar al hombre con algo más superior aún que su parte racional, con algo quizá desconocido, quizá inalcanzable, pero que nos forja en el espacio y tiempo como líneas de fuerza.
Pero además de está filosofía racional, siempre ha existido una corriente filosófica de los sentimientos. Una filosofía basada en el «ama y haz lo que quieras» de san Agustín. Una vida llena de amor es realmente Vida, y todo lo demás son sólo maneras de desviarse de lo fundamental.
Hay una canción que expresa este sentimiento de que la Vida es Amor. Se trata de un viejísimo bolero de 1944 escrito por la mejicana Consuelo Velázquez. Si digo que esta compositora escribió con 16 años, «Bésame mucho», seguro que nos sonará aún más. Este bolero está en nuestro recuerdo en la inimitable voz de Antonio Machín. Traigo a este blog filosófico las dos últimas estrofas.
Amar y vivir
Se vive solamente una vez.
Hay que aprender a querer y a vivir,
hay que saber que la vida
se aleja y nos deja llorando quimeras.
No quiero arrepentirme después
de lo que pudo haber sido y no fue,
quiero gozar esta vida
teniéndote cerca de mi hasta que muera.
La versión que traigo en vídeo es una estupenda mezcla. Es también como la vida, multicultural, diversa, y sobre todo llena de sentimientos. O de cómo un bolero escrito por una mejicana y cantado originalmente por un cubano, se puede interpretar con tanta pasión por un pianista de jazz (también cubano) y un cantaor de flamenco. Bebo Valdés y Diego «el Cigala».
https://www.youtube.com/watch?v=G2SyczxwWBE