¡OFRENDA!
Ese creo que es el mejor destino que puede tener una flor.
Cuida tu imponente árbol para que dé continuas flores.
Transmuta tu tierra en savia y de esta alimenta tus infinitas flores.
Cuando la Flor y Tú seáis Lo Mismo, comprenderás su destino.
De flor, regala belleza, perfume, amor, cariño, dulzura, salud…
Más tarde, de fruto, alimento para el que tiene hambre y semillas para las
venideras flores.
¡EL CICLO DE LA VIDA!
El Misterio es la Transformación para la Dación.
Y LA FLOR ES FELIZ CON ELLO.
“Acerca tu boca a mis cenizas
Sopla
De ti depende el renacer de las llamas».