(Publicado en El Salvador, el 20 de octubre de 2011, en medio del desastre natural provocado por la tormenta tropical que afectó a cinco países y provocó cientos de miles de damnificados)
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carpe diem, quam minimum credula postero
Horacio
“Aprovecha el día de hoy y fíate lo menos posible del mañana” es la traducción de esta frase en latín. ¿Cuántas son las cosas que hemos dejado para ser realizadas el día de mañana?, sin duda la ilusión del tiempo es una de las más sutiles al momento de hacer planes. Sin embargo, ya es tiempo de dar la oportunidad a aquellas maravillosas ideas que hemos concebido para que vean la luz. Tal vez el mañana sea la excusa perfecta para buscar la felicidad en un punto lejano de nuestra realidad actual. Nuestra mente, al no ser controlada, suele jugarnos malas pasadas haciéndonos pensar que cuando tengamos aquella cosa que tanto deseamos, el carro que tanto nos gusta, la pareja ideal, el cuerpo más esbelto, una cantidad exorbitante de dinero en nuestra columna de activos seremos felices y ya no habrá preocupación alguna; estos son solo algunos ejemplos. Pero ahora, en estos momentos de tribulación por las calamidades que han sufrido muchos de nuestros hermanos por la inclemencia del tiempo y las incesantes lluvias en la región centroamericana, he visto con mis propios ojos a muchos otros de nuestros hermanos colaborar, servir con generosidad a otros con mayor necesidad. Tal vez lleguen los días en que la humanidad se inmute ante el dolor ajeno, en que los lazos de amistad y sangre se olviden, donde se deje de apreciar el canto del mirlo en las cálidas tardes, cuando las flores ya no evoquen sagradas emociones al ser regaladas con gentileza. Pero esos días no son estos días, mientras la llama del amor aún flamee en los corazones de los seres humanos que, conmovidos por el sufrimiento ajeno, consuelan con su trabajo y ayuda a otros, mientras la humanidad venza la comodidad por auxiliar a sus semejantes y con digna generosidad extienda su mano hermana a otros, habrá esperanza, habrá fraternidad, habrá nobleza de corazón. Mientras se beba del mágico elixir del servicio este nos dará la eterna juventud. Mientras tengamos todo esto podemos ser felices en este momento, en el hoy y en el ahora. Como dirían los sabios orientales: “Se obtiene la propia felicidad buscando hacer felices a otros”.
Por eso amigo lector, el ahora siempre es el tiempo propicio para servir, para ser feliz, para amar. Todo con lo que contamos es el eterno presente, en este milagroso campo es donde sembramos nuestros amados sueños, no aletargues tus objetivos, disponte a batallar que solo contamos con el día de hoy y tú vales mucho, tienes algo importante que dar a este mundo. Pregúntate a ti mismo: ¿qué es lo que realmente te hace feliz?, ¿disfrutar conversando acerca de un buen libro, pasear por las aceras de tu ciudad tomado de la mano de tu pareja, jugar con tu mascota, hacer nuevos amigos y compartir palabras amables con los que ya tienes, divertirte con los niños del parque de tu ciudad jugando a la pelota y después saborear un helado? La felicidad ya está acá, contigo, susurrándote que no te pierdas el instante presente. Solo observemos detenidamente, no vaya a ser que se nos escape por no estar atentos.
A todos mis hermanos que están pasando por tan difíciles momentos, solo puedo decirles que no pierdan la esperanza, les aseguro que hay quienes estamos en camino para ayudarles y hoy estamos trabajando con mucha entrega para hacerles saber que no están solos.
CG
Muy bueno el texto , muy real , lo q nos sucede a diario postergar !!! M encantó !!!!