Rock and philo

ROCK AND PHILO

 

Publicado el 22 de octubre de 2013 en
http://acropolis.org.sv/Blogger/?p=61

La música rock goza hoy de un éxito indiscutible entre todas las generaciones, desde su aparición en los años 50 del siglo XX como género propio, a partir de las influencias de estilos como el blues, rhythm and blues, country, gospel, jazz y folk, que florecieron en las ciudades industriales americanas, como un nuevo lenguaje o una nueva forma cultural, propia de la sociedad de la posguerra. A partir de su primera manifestación bailable, el rock and roll ha ido desarrollando subgéneros particulares, con una gran variedad de ritmos e intérpretes que han desbordado todas las fronteras, hasta convertirse en un fenómeno global, con una extraordinaria capacidad para renovarse en sus manifestaciones y actualizaciones. Hoy día, los adolescentes de 14 años “descubren” y escuchan a los Beatles, los Rolling Stones, los Who…, que sus abuelos también escucharon hace 45 años, y comprueban la validez de sus mensajes en el momento presente.

Cabe hacerse la pregunta: ¿por qué la música rock no ha pasado de moda y logra reunir a generaciones?

Es verdad que nos divierte socialmente, que puede transportar nuestro espíritu y darnos algunos escalofríos. Pero el rock es también, probablemente y sobre todo, un portador de sentido: trata en general de las grandes cuestiones que interesan y preocupan a los seres humanos, como ha hecho la filosofía desde siempre.

La primera meditación de Descartes y “Where is my mind” (Dónde está mi mente, de los Pixies) tratan de la misma problemática: ¿lo real es aquello que yo veo?, ¿(es que) realmente yo soy porque pienso?

El mensaje de los pensamientos de Pascal y “Smells like teen spirit” de Nirvana (huele a joven espíritu) son también idénticos: el “ego” es odioso. El “Come toghether” de los Beatles (andemos juntos) no deja de recordarnos la idea de agruparse como primicia del contrato social de Rousseau.

Stairway to heaven” (la escalera que lleva al cielo) de los Zeppelin, está llena de escepticismo y le hace un eco al antiguo Pirrón.

Nico teen love”, de BB Brunes, evoca las adicciones al cigarrillo y al amor carnal e ilustra la idea que Tomás de Aquino hace de este desliz.

Como la filosofía, el rock nos ayuda a comprender el mundo y a vivir mejor.

¿Cuál es entonces este sonido tan filosófico del rock? Nietzsche preconizaba un pensamiento acústico: una reflexión crítica empleando el martillo. Pero podemos preferir el “mediator” filosófico para tocar las cuerdas espirituales del rock.

Cabe interrogarse en qué el rock nos ayuda a comprender mejor a la sociedad y a la naturaleza, en qué puede ayudarnos a actuar, y sobre todo, cómo su composición y sus arreglos musicales refuerzan la expresión del mensaje. Lo interesante es que no se puede catalogar el rock en una categoría cerrada, no posee límites definidos. Y sus derivados son muchos: pop, funk, punk, reggae, folk

Como la filosofía, el rock se desarrolla de forma ambivalente: individualista y transcultural, agente crítico y fuerza de proposición, soñador e iniciador de acciones, instrumento de subversión y de cohesión a la vez.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *