Muerte

 

Homenaje
Muerte, vieja amiga, gran cosechadora, temida y a veces deseada; una y otra vez vuelves a la vida a recordarnos que nada permanece. Y entonces nos doblegamos ante tu poder entregando los frutos de nuestra acción.

Muerte, inexorable e infinita, castigo o liberación, quién pudiera desvelar el secreto de la Estigia, final de una vida y comienzo de otra, o tal vez descanso.

No te imagino feroz sino de dulces ojos, cuyo fulgor inmortal nos acogerá en el postrer viaje. Vienes a mi puerta, aunque esta vez no en mi busca, pero te llevas un tesoro, un alma vieja y generosa, que tú has recogido en el balancín de las olas.

Muerte, no te temo, aunque confieso temer el momento en que te lleves a quienes quiero. Pero tú, Muerte, solo eres rechazada por quienes no tienen un cielo en su imaginación, un paraíso en su mente, un futuro incalculable e inmenso para empezar de nuevo.

Hasta el reencuentro.

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