Publicado el 1 de marzo de 2012 en
http://www.filosofiaparalavida.org/2012_03_se-necesitan-heroes.html
por Iván Eskildsen
“No existe hombre tan cobarde como para que el amor no pueda hacerlo valiente y transformarlo en héroe” (Platón).
Nos hacemos eco de esta frase de Platón para exhortar a cultivar al héroe dentro de todos nosotros.
La palabra “héroe” viene del griego “Eros” o amor, y aquellas personas que recibían el título de héroes (entre los más conocidos, Hércules, Aquiles y Odiseo) eran los que lograban desarrollar amor en su corazón.
En las historias de héroes se les ve enfrentar terribles dificultades y, gracias a su grandeza de corazón, cómo lograron dedicar el esfuerzo necesario para vencer sus pruebas.
Es cierto que hoy no nos tocará luchar en Troya o luchar contra monstruos mitológicos, pero nuestro mundo sí está infestado de otro tipo de monstruos: materialismo, corrupción, egoísmo, indiferencia y muchos más.
¿Qué significa ser un héroe en nuestros días?
Héroe es aquel que cuando observa que el mundo está cada vez más difícil y cada vez más sucio, decide trabajar en él y ayudarlo: hace el trabajo sucio que nadie quiere hacer.
Héroe es el valiente que nunca huye de una situación difícil, ni espera que otro la resuelva, sino que la enfrenta y dice: “Esta es una prueba que puedo superar”.
El héroe no se queja cuando observa que cuenta con poca o ninguna ayuda; él sabe que su mejor arma es el coraje, el tener un gran corazón para enfrentar todas las dificultades.
Seguro que un héroe tendrá algunas derrotas; lo más probable es que caiga muchas veces, pero cada vez que se levanta se torna más fuerte.
Aunque tenga que sacrificarse, un héroe no sufre por su sacrificio… en su mente no cabría otra forma de ser.
Un verdadero héroe se esfuerza a diario por ponerse al servicio de la humanidad.
Quien reúne esa grandeza de corazón y además la pone al servicio de un ideal, de un bien mayor, descubre que puede lograr actos extraordinarios.
El mundo necesita héroes.
¡Tú puedes ser uno de ellos!
Lo preferible es no verse en la tesitura de ser un heroe de verdad o no. A nadie se le puede exigir ser un heroe.
Si hay que lanzarse al mar para salvar a alguien que se está ahogando, si hay que intervenir para detener una agresión o una violación o un robo…socialmente se «exije» que sea el hombre y no la mujer el que intervenga. Hay muchos más casos. Supongo que será consecuencia de la sociedad patriarcal también.