El otro día me encontré con uno de mis vecinos, que es joven y despierto, y que por lo visto había oído comentar algo en casa sobre Nueva Acrópolis y, sabiendo que me muevo en este ambiente desde hace algunos años, me preguntó directamente: “¿Qué es Nueva Acrópolis?”.

Ante esta pregunta a bocajarro (con la que por cierto, me topo con cierta frecuencia) pensé que, mejor que contestarle con una definición y una enumeración de principios, podía explicárselo como cuando él me responde a mí si le pregunto por algo que él hace y yo desconozco (es que vivo en un sitio donde los vecinos son como los de antes, que se relacionan y hablan).

Así que, sin más, se desarrolló un diálogo tal que así:

–¿A ti te parece que hay cosas que se podrían mejorar en el mundo?

–Sí.

–En Nueva Acrópolis también lo pensamos.
¿Crees que una pared de piedra se puede construir con ladrillos de gomaespuma?

–No, qué pregunta más tonta.

–En Nueva Acrópolis creemos eso mismo.
¿Obtienes mejores resultados en general cuando te esfuerzas en conseguir algo que te has propuesto o cuando te sientas a esperar a ver si se consigue solo?

–Vaya tonterías me estás soltando, ya sabemos que hay que esforzarse, no me irás a dar un sermón.

–Pues eso, en Nueva Acrópolis nos esforzamos por ser mejores nosotros, cada uno, porque creemos que eso mejorará un poco el mundo, o por lo menos no lo dejará peor. Como si fuéramos los ladrillos de esa pared imaginaria. Y no nos hacen falta sermones, como tú dices. Nos sermoneamos nosotros solos con nuestra conciencia (yo, por ejemplo, después de ver los telediarios). ¿Tú no has oído hablar de la filosofía?

–Un profe que yo tenía sí, y era un poco tostón, la verdad.

–Si tú tuvieras que elegir entre lo que hay en una caja roja o lo que hay en una caja verde, ¿cuál elegirías?

–Y yo qué se, depende de lo que haya dentro, ¿no?

–Pues eso; la filosofía es querer conocer las cosas primero para después poder elegir aplicando nuestro criterio. Que además, cada uno tenemos el nuestro, ahí está la gracia.

Así que, que sepas que en Nueva Acrópolis consideramos importante el deseo de aprender y conocer cosas. Por eso hablamos y estudiamos sobre personajes importantes de la historia o grandes filósofos de todos los tiempos. Pero en plan práctico, para saber qué hubieran hecho ellos ante alguna cosa que nos preocupa y si su solución nos convence y se puede aplicar.

Y también pensamos que el voluntariado es importante: siempre es mejor ser generoso y activo que quejica y agarrao. Por eso somos todos voluntarios… ¿O por qué te crees que tengo que seguir fichando en mi empresa todos los días a las 8 de la mañana?

–Vale, vale, ya me has ‘aclarao’ algo, seguro que quiero preguntarte alguna cosa más, pero ahora no puedo que llega aquí el bus…

–¡Pues nada, sube al bus y ya nos veremos! ¡Y no te confundas al elegir entre el bus verde y el colorao!