Imagina dos habitaciones cerradas. Una iluminada y otra a oscuras. La habitación sombría está rodeada de luz, la habitación iluminada de oscuridad.
¿Qué ocurrirá si abrimos la habitación iluminada? Rápidamente comprobaremos que la luz se derrama hacia afuera alumbrando la oscuridad.
Y ahora abramos con la imaginación la habitación oscura. ¿Qué ocurre? ¿Acaso la oscuridad sale, se transmite? No, es la luz la que penetrará en la habitación iluminándola.
La luz es más poderosa que la oscuridad y aun en este mundo material es capaz de vencer a las tinieblas.