
La filosofía, en tanto amor a la sabiduría, no es solo búsqueda sino encuentro. No se clava en la duda sino que parte hacia la deseada certeza. No es un enamorarse de las propias preguntas, sino de las respuestas que la vida nos ofrece.

Si se os pregunta: ¿en qué consiste la salud?, decid: en la armonía.
¿Y la virtud?, en la armonía.
¿Y lo bueno?, en la armonía.
¿Y lo bello?, en la armonía.