La «cultura» de los power point

Decir eso de «cultura» de los power point no es muy correcto, pero lo cierto es que miles de pps circulan por la red a diario. Algunos son de un sentimental que tumban de espaldas, otros te vienen con consejos para la vida que son de Perogrullo. También es cierto que, de vez en cuando, llegan colecciones de fotos sobre lugares del mundo que son impresionantes, cuando no de hoteles de ensueño donde solo podrás ir cuando te toque la lotería o si ya te tocó. Los peores son esos que tienen tan mal gusto (sí, esos que estás pensando) y que te colocan al final un gracioso gatito partiéndose de risa, o bien te pegan un susto espantoso mientras intentas concentrarte en no sé qué cosa…

Pero a veces, muy pocas veces, uno se sorprende de lo que recibe y entonces hace como yo hago, que me los voy guardando. De entre esa colección hay uno que recibí hace poco que vale la pena destriparlo para este blog:

¿Existe el mal?

Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta:

–¿Dios creó todo lo que existe?

Un estudiante contestó valiente:

–Sí, lo hizo.

–¿Dios creó todo? –preguntó nuevamente el profesor.

–Sí señor –respondió el joven.

El profesor contestó:

–Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe, y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo.

El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe era un mito.

Otro estudiante levantó su mano y dijo:

–¿Puedo hacer una pregunta, profesor?

–Por supuesto –respondió el profesor.

El joven se puso de pie y preguntó:

–Profesor, ¿existe el frío?

–¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?

El muchacho respondió:

–De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la física, lo que consideramos frío, en realidad es la ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía. El calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.

Y, ¿existe la oscuridad? –continuó el estudiante.

El profesor respondió:

–Por supuesto.

El estudiante contestó:

–Nuevamente se equivoca, señor; la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es, en realidad, ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no. Incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuán oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven preguntó al profesor:

–Señor, ¿existe el mal?

El profesor respondió:

–Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio; vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.

A lo que el estudiante respondió:

–El mal no existe, señor, o al menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, en la conciencia o en el corazón; es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado.

EL JOVEN SE LLAMABA
ALBERT EINSTEIN….

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