Vivimos en un mundo de nómadas, de personas desplazadas, de inmigrantes que luchan por salir adelante en otros países. Si es que acaso no somos todos nómadas, todos estamos de paso en este planeta…
Parece que en la Navidad todos nos acordamos de nuestros orígenes, de nuestras raíces, pero en este mundo de nómadas, ¿aún tenemos raíces? ¿Celebramos todos la Navidad? ¿O simplemente nos dedicamos a consumir la Navidad…? ¿Tiene algo que ver con alguna idea religiosa específica en este universo multicultural en el que se han convertido todas las grandes ciudades?
Una vieja canción del maestro siciliano Franco Battiato nos habla de los nómadas, para meditar con su lectura, profunda, como todas las de este cantautor italiano que nos enseñó a buscar un «centro de gravedad permanente» dentro de este mundo que gira y gira, sin saber a dónde va.
Nomadi
Nomadi che cercano gli angoli della tranquillità
nelle nebbie del nord e nei tumulti delle civiltà
tra i chiari scuri e la monotonia
dei giorni che passano.
Camminatore che vai
cercando la pace al crepuscolo
la troverai
alla fine della strada.
Lungo il transito dell’apparente dualità
la pioggia di settembre
risveglia i vuoti della mia stanza
ed i lamenti della solitudine
si prolungano.
Come uno straniero non sento legami di sentimento.
E me ne andrò
dalle città
nell’attesa del risveglio.
I viandanti vanno in cerca di ospitalità
nei villaggi assolati
e nei bassifondi dell’immensità
e si addormentano sopra i guanciali della terra.
Forestiero che cerchi la dimensione insondabile.
La troverai, fuori città
alla fine della strada.
Nómadas
Nómadas que buscan los ángulos de la tranquilidad,
en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados,
entre los claros oscuros y la monotonía
de los días que pasan.
Caminante que vas
buscando la paz en el crepúsculo,
la encontrarás
al final de tu camino.
Largo el tránsito de la aparente dualidad,
la lluvia de septiembre
despierta el vacío de mi cuarto
y los lamentos de la soledad aún se prolongan.
Como un extranjero no siento ataduras del sentimiento,
y me iré de la ciudad,
esperando un nuevo despertar.
Los viajantes van en busca de hospitalidad,
en pueblos soleados,
en los bajos fondos de la inmensidad,
y después duermen sobre las almohadas de la tierra.
Forastero que buscas la dimensión insondable,
la encontrarás fuera de la ciudad,
al final de tu camino.
En esta ocasión os dejo las versiones del autor en italiano y en español: