Cada uno tiene en su cielo interior un mapa de estrellas. Son nuestros sueños, momentos de luz… Algunas son excesivamente móviles y fugaces, por lo que no sirven para trazar una ruta. Pero hay estrellas fijas, elevadas y luminosas que nos permiten trazar un rumbo estable y navegar hacia nuestro destino. De alguna manera, necesitamos poder alzar nuestra mirada a ese cielo interior y descubrir nuestras estrellas disipando la niebla que las oculta.