Por Caridad

Hoy alguien me ha preguntado quién es Caridad.
Caridad y yo nos encontramos hace unos diez años trabajando en la misma empresa. Era psicóloga y la primera persona «con alitas» que conocí. Yo llamaba así a la gente que hablaba con profundidad en conversaciones cotidianas, sin tapujos ni flirteos con el «qué dirán», que leía otro tipo de temas y pensaba de utópica y poco práctica manera.

Cari, con gran cercanía, te hablaba, siempre muy bajito, sobre la vida tal cual es o tal cual ella la veía. Con ejemplos, prestando libros, contando historias, te hacía ver «otro lado» de las cosas. Iba arrojando lucecitas a su alrededor.

Además, era tan humana como todos y, por tanto, sufrió de decepción, de frustración y de desconocimiento, o sea, que vivió. Y disfrutó como nadie de utopías, ilusiones, osadías e ingenuidades, o sea, que aprendió.

Era chiquitita, pelirroja postiza, con pequeños ojillos verdes llenitos de picardía y encanto. Tenía, justo hasta hoy, 54 años, iba a doctorarse en psicología, tenía una consulta propia y algunos proyectos por empezar. Estaba siempre un poco desapegada de la parte más fea de la realidad cotidiana. Simplemente no la importaba. Vivía… en su propio mundo.

Le gustaba ayudar a los demás. Ni siquiera necesitabas entrar en su despacho, iba arrojando sus colores según te encontraba por el pasillo, a los compañeros, a los alumnos, a los de detrás del mostrador, a la recepcionista, incluso a la directora.

Ella me enseñó, entre otras muchas cosas, el concepto de dualidad en lo que vivimos; también, aquello de que todos tenemos un lado claro y otro oscuro y que conviene echar un vistazo a nuestro propio lado oscuro antes de constatar el ajeno. Son conceptos muy básicos ahora, pero no lo eran para las personas de la calle, entre las que yo me encontraba, y a las que ella hablaba de «otro modo de mirar».

Ahora su cuerpo ya no funciona. Como dicen sus amigos, Caridad ha trascendido. Ha pasado de la lucha a la paz, de las preguntas al conocimiento, del estar al Ser. Seguramente esté un poco más cerca de ese lugar al que solía mirar mientras caminaba, justo un palmo por encima del suelo.

Recuerdo el día en que me dijo: «¿Sabes que he descubierto las nubes? Son preciosas. Qué de tiempo he perdido mirando la calle mientras ando».

Al día siguiente lo practiqué y le dije: «¿Sabes qué? Tienes razón, es mejor mirar hacia arriba; yo he descubierto las ramas de los árboles».

El momento en que más luz me arrojó Caridad fue uno en que yo lloraba de pura comprensión.

Ella me contó que su padre a veces estaba triste y, ella, de niña, le preguntaba: «Papá, ¿qué te pasa?».

Él la respondía: «La vida, hija, es una borrachera. Y en estos momentos es cuando estoy sobrio».

Cuántas veces me ha acompañado esa idea de distinguir la borrachera de la sobriedad de la vida.

Esta es mi prenda para todos, de parte de Caridad. Una que pretende perpetuar al transmitir de unos a otros esos involuntarios regalos que los que nos rodean nos dejan a su paso.

Contaré todo esto cuando se haya ido, avisaré a sus amigos y hablaremos sobre ella, y será un muerte dulce, una llena de los recuerdos que impregnan a los que la han conocido.

Caridad ya es un ángel.

39 thoughts on “Por Caridad

  1. Ésta fue uno de las entradas más sentidas y más comentadas de la primera etapa de nuestro blog. Como veis, hemos cambiado no sólo de diseño sino también de sistema de publicación, por lo que desgraciadamente se pierden todos los comentarios dejados en el blog antiguo.

    Dada la trascendencia que tuvo en su momento este blog, me he tomado el trabajo de recuperar uno a uno todos los comentarios dejados entonces, y aunque aparezcan con la firma del administrador, pondré al final el autor de cada una.

    Tachen
    Caridad Caridad

  2. Pues ya querría yo llegar a ese momento como dices que llega Caridad, sintiendo que repartió cariño y dulzura, y que fue de la mejor manera maestra de vida para muchos.
    Creo que esa es la forma de morir con orgullo, satisfacción y sobre todo, en paz, consigo misma, con los hombres y con Dios.

    Mi enhorabuena desde aquí a ella, por lo que sembró en muchas almas amigas, y porque esas semillas florecieron.
    Si muere, no morirá, como no muere el árbol cuyas semillas dan lugar a otros árboles igual de fuertes o más de lo que él era.

    Seres humanos como ella nos son hoy día más necesarios incluso que el comer, como se dice por aquí.

    Abraxas – 29-may-2007

  3. Qué bonito Altea, de algo tan triste. Me ha sorprendido mucho y de repente me he acordado mucho de ella y esos ojillos de los que hablas. Para mí fue una de esas personas que te dejan huella. Creo que recuerdo todas y cada una de mis conversaciones con ella. Siempre me aportaron algo y ahí siempre van a quedar. Más de una vez leí su libro cuando estaba opositando y me fue de gran ayuda.

    Ahí donde estés Cari, gracias.

    Amparo – 29-may-2007

  4. Que sepáis que me dais envidia por haber conocido a una persona así. Habéis tenido suerte, o destino favorable. Y ella también tuvo suerte al encontraros, porque su siembra no fue en balde. Fuísteis, de alguna manera, parte de su vida interior.
    Todos sus amigos tenéis ahora la hermosa responsabilidad de seguir sus pasos y continuar su camino.
    Enhorabuena a todos los que convisísteis con ella y en particular a ella misma, como dice Amparo, esté donde esté. Un beso para ella de mi parte.

    Abraxas – 29-may-2007

  5. Los «ángeles» vienen a compartir su Luz y se van cuando la agotan de tanto derramarla. Vuelven a su mundo de Luz, para regresar pasado un tiempo, con más Belleza aún… a estas mansiones que tanto la necesitan.
    De ti se podrá decir que Caridad no sólo pasó…también quedó en los corazones que la conocieron y amaron.
    Tú ya lo sabes…los ángeles siempre se encuentran.

    Fénix – 29-may-2007

  6. Yo soy una más de las personas que han tenido la suerte de conocer a Caridad, hablé mucho con ella en la época que trabajamos juntas. Escucharla era como estar continuamente aprendiendo, te hacía ver las cosas desde el lado bueno, todo tenía una razón, una disculpa. Aprendí con ella a desechar los rencores aún estando muy dolida, a esperar que el tiempo pusiera todo en su sitio.

    A mí me ayudo mucho. Siempre te recordaré con mucho cariño.

    Gracias Caridad.

    rosa – 30-may-2007

  7. ¡¡HASTA PRONTO AMIGA, AHORA YA PUEDES VOLAR!!
    Eso es lo que pensaba ayer oyendo al cura mientras nos «martirizaba» a todos con su sermón».
    Alguien de los presentes tenía que haber hablado allí de Caridad, de lo valiosa que era como persona, de lo que nos había ayudado a todos. Supongo que tenía sus «defectillos» como todos, pero tenía «duende»; sólo con verla, te dabas perfecta cuenta de que era una persona comprensiva, amiga, dispuesta a escuchar, a darte consejos, pero como sin querer, como el que no quiere la cosa. Era una persona con una capacidad de sorprenderse tremenda, hasta graciosa, a veces. Le gustaba aprender y hablar con la gente, saber como estaban, si estaban bien o mal y si les podía ayudar…
    En fin, una tía estupenda, ¡¡qué persona más valiosa nos hemos perdido todos!!!.

    ADIOS COMPAÑERA…ESPERO QUE NOS VOLVAMOS A CRUZAR ALGÚN DÍA………………………..

    Ricardo – 30-may-2007

  8. la esperanza, la fe, el amor y todas esas cosas que nos hacen ser humanos, jamas se pierden, son nuestro legado.
    lo verdaderamnete perdurable, nadie se va, permanece con nosotros y en nosotros a traves de sus obras, de sus recuerdos, de forma mas íntima que cuando estaban porque ahora son con todos aquellos que se fueron antes para ser a su vez. Permanecen con nosotros, esperando y seguro que de vez en cuando nos volveremos a encontrar, ánimo que todo es cuentión de tiempo.
    Si pensáramos en la humanidad en su conjunto como una entidad, seguro que las cosas serían de otro modo y al igual que Caridad, seriamos mejores, mas buenos, mas simples y bellos. por lo que veo todo un ejemplo a seguir, he ahí su legado. un saludo y hasta pronto o hasta luego, nunca es hasta siempre.

    akher – 31-may-2007

  9. hoy he estado todo el día en Madrid. Ayer regresamos muy tarde de Almanza.
    fue un día precioso, sus cenizas descansan en un valle hermoso de robles
    centenarios, donde ella meditaba. especialmente en un roble magestuoso.
    estuvimos celebrando la despedida comiendo juntos en el valle. hubo
    tortillas, empanadas, y sobre todo vino. fue una autentica borrachera.
    ninguno estabamos sobrios por lo tanto hubo pocos momentos de tristeza, pero
    si de nostalgia y amor. fue una borrachera de sentimiemos y homenaje a Cari.

    Pedro – 1-jun-2007

  10. Ojalá algún día pueda transmitir «color», a quién pase al lado mio….
    Me gustaría que alguién alguna vez sea capaz de expresar un tercio del cuarto de la mitad de lo que Altea expresa a «Cari»,por mí….
    Aunque sé de sobra que si no he sido capaz de dejar ese color, no ha sido por mí deshonestidad, quizás es porque ese alguién no entendió.
    De todos modos yo continuo lanzando todo lo posítivo de mí aura…
    Quizás sí habite en el recuerdo de otro «Alma» afín….De todos modos
    cuando los látigos en mi piel sean tan frondosos y pronunciados que
    no me sostenga en pie, si pierdo la mágia del caminar, ya no emitiré color. Mejor pensaré lo que me queda por dar…Tengo tanto que aprender, que me quiero quedar otro ratito.

    Ariel me lo contó.

    Pequeño árbol – 2-jun-2007

  11. Gracias Estela por este detalle tan hermoso.

    Caridad permanecerá siempre en aquellas personas que han tenido la suerte de cruzarse en su camino. Es su mejor legado. Por lo tanto supongo que hay muchos amigos de Cari, que tendrán los ojos teñidos de un cierto color marino. La mirada de Cari era penetrante, transparente, costaba sostenerla. Era un ser diferente, un ser, como tu dices, con alitas. Soñaba en su mundo y de vez en cuando se colgaba de alguna nube. Por eso, a veces, era difícil saber donde estaba Cari. Nos preguntábamos ¿Dónde está? Y aún seguimos preguntado: ¿en que nube del universo estará ahora? Era de las personas que costaba seguirlas. Una niña gigante. Gran Psicóloga y comprometida al prójimo, siempre dispuesta a dar un buen consejo. A estar. A ser. Gran buscadora y comunicadora, gran maestra de la vida y gran amiga. Echaremos de menos su sonrisa picarona, sus gestos budistas al saludar y su forma tan particular de decir No.
    Ella me enseñó, sobre todo, a quererme; que no es poco. Y ha dado tanto a los demás que es imposible que deje de estar presente. Se que seguiremos recibiendo sus enseñanzas, que su fruto será multiplicado, y también sé que cuando la llamemos se dejará ver desde su nube. TE QUIERO Cari y sabes que aunque hayamos tenido nuestras diferencias, éstas siempre fueron para hacer crecer nuestra amistad. Y también sabes que, algún día, me atreveré a dar lo mejor de mí. Gracias por ayudarme a encontrarme y gracias en nombre de todos. HASTA SIEMPRE CARI.

    Pedro – 2-jun-2007

  12. A final de mayo.

    Al fondo, en las cima de las montañas, el sol de mayo calentaba los riscos y la nieve desleída iba perdiendo su color de invierno para volver a su aspecto original, agua transparente y viva que iniciaba su regateo descendiendo por grietas y requiebros, entibiándose en su regreso al principio.

    Más abajo al final del valle, sobre lomas de curvas suaves y entrelazadas, el robledal acogía al grupo discreto y silencioso que buscaba en su instinto el lugar adecuado. En la linde del claro un roble centenario marcó con su majestuosa grandeza el sitio, y los presentes fueron en su demanda cobijándose uno tras otro bajo su imponente envergadura. Las nubes que cubrían el bosque agrisando la mañana se abrieron entonces para dar paso a un sol oblicuo y agradecido que caía sobre el monte recién desperezado de los hielos. Y al tiempo una brisa acompañante parecía buscar el hueco abierto por las nubes para ir más allá, a algún lugar incierto.

    Junto a una de las ramas más bajas y más viejas, mecida por el aire, desafiante a la gravedad sobre la que vencía sin quebrarse en su grávida longitud, los presentes se alinearon frente al tronco, pleno de muñones y heridas de tiempo, testigos de su victoria sobre el rayo, los vientos y los siglos. Cinco de ellos se pusieron a su base y en abrazo múltiple, estrecharon sus manos uno a otro para abarcarlo y absorber de su flujo vital un poco de aquella energía mansa y centenaria, como en muda y quieta sardana. Manos unidas sobre la corteza arada de años, aguas y hielos. Quizá el cansancio, o acaso los duros vientos del norte, habían inclinado hacia el mediodía la alta columna de su tronco dejando así visible una alfombra de musgo, cauce de lluvias azotadas. Al extremo de los largos brazos de nudosas ramas, unas hojas tiernas, aún translúcidas y brillantes, daban con su sombra límite a un templo improvisado por la naturaleza. El viento suave que las obligaba al revoloteo, ponía notas y ritmo al instrumento más acorde a aquel momento.

    El compañero que portaba las cenizas abrió la vasija y la colocó al pie del roble. Suspiros entrecortados de un hijo. La familia callada, juntos los cuerpos, mezcladas sus almas. Prestó su voz el compañero a muchos otros, presentes y ausentes, y habló. Habló de enseñanzas, de sabiduría recibida, de regalo de libertad. Un discreto gemido. Alguna lágrima furtiva. Un hermano recitó un poema de otoño y de luces. Una oración. La familia de sangre continuó, uno a uno, relevándose, el trazado del circulo de ceniza alrededor del árbol, iniciado por el compañero. Después la familia de vida, uno tras otro continuaron hasta completar dos vueltas enteras, dos círculos de ceniza de lo que fue el soporte material de un espíritu, quedaron al pie del añoso roble; parecieron entonces sus barbas de líquenes colgantes, más largas, más vetustas, más sabias.

    Abajo en el valle, en el cauce del río al pasar por el pueblo, después del puente de piedra junto al merendero donde se abren los chopos en la ribera y se bañan los chicos en verano, el pequeño arenal de la orilla recibía en pequeñas hondas el agua remansada de la poza, limpia y fría aún en su rápida bajada de la montaña. Del barro de la orilla, caliente por el sol de la mañana, invisible, sencillo y seguro como el paso del día, ascendía un pequeño hilillo de vapor y guiado por la brisa hacia las nubes que en el norte parecían estar esperando su llegada.

    Mucho más arriba, o abajo quizás, en un lugar sin rosa de los vientos, en un sitio hasta entonces desconocido del universo donde había reinado la oscuridad y nada podía ser observado, nacía una estrella. Primero, como anunciándose, emitió dos destellos color azul con reflejos de cristal y de mares. Después su luz limpia bañó los cuerpos celestes de su entorno destacando el color propio de cada uno, proporcionando conocimiento, sentido y sabiduría a todo el que quiso mirar con la nueva luz, a todo el que quiso participar de su paz, de su silencio y armonía.

    Al fondo, en las cima de las montañas, el sol de mayo calentaba los riscos y la nieve desleída iba perdiendo su color de invierno para volver a su aspecto original, agua transparente y viva que iniciaba su regateo descendiendo por grietas y requiebros, entibiándose en su regreso al principio.

    Ricardo P-A – 4-jun-2007

  13. A Caridad le fascinaba escribir. Hablaba de su padre como gran escritor, de sus poesías. Pero no sabíamos de un hermano, Ricardo P-A, que escribiera con tanta sensibilidad.

    Es pura poesía la belleza de tus sentimientos Ricardo; y pura poesía lo que sucedió en aquel lugar. Las almas se manifiestan en los momentos más insólitos, y Cari nos hizo ver lo que, en días cotidianos, no vemos. Nos hizo ver y entender la rueda de la vida. Nos hizo enamorarnos del prójimo. Ella decía que todos somos lo mismo, que estamos unidos en la totalidad del universo. Ese día tan especial fue la manera más hermosa de conocer y entender a Caridad. Y lo que has escrito Ricardo es lo que ella deseaba que se sintiera y lo que realmente sucedió. Un fuerte abrazo.

    Gastón y Pedro. 4-jun-2007

  14. Cari,je te cherche ou es-tu partie peut-être es tu avec Simone de Beauvoir ?Chez toi j’aimais ton côté rebelle,hors des conventions.tu m’as beaucoup donné,appris,jamais je ne t’oublierais. ces yeux bleus ou je me perdais me manque. Maintenant quand je regarde le ciel je pense à toi,quand je regarde un arbre je pense à toi,quand je regarde une fleur je pense à toi et quand je regarde un nuage je pense être avec toi.
    De temps en temps laisse Almanza et viens nous voir.AH tout ce que nous a fait vivre Almanza…….Nous avons chanté,pleuré,mais l’amour a toujours triomphé parce-que nous avons toujours cherché note côté de luz Cari hasta la proxima y que te lo pases pipa

    Tu amigo

    Gaston – 4-jun-2007

  15. Ricardo, sin haber conocido en persona a Cari, igualmente algo de ella ha llegado hasta aquí, porque según la describen y según te conozco, ya percibo su misma madera en ti.
    Y……. tomo tu frase cuando dices:
    ¡¡qué persona más valiosa nos hemos perdido todos!!!.
    Tranquilo, sé de que te hablo. En unos días te darás cuenta que no se le ha perdido.
    La ternura, la enseñanza, su calidad, realmente quedan amarradas en las personas que ha frecuentado. Eso es lo que marca la diferencia entre los seres que se ausentan de esta realidad. Si alguien ha sido valioso , no se pierde lo que verdaderamente ha transmitido.
    Su cuerpo se ha ido, pero ha dejado lo que realmente tiene valor, y encima….. multiplicado en todos los que han tenido la suerte de pasar a su lado y recibir sus donaciones de espíritu.

    Que dicha la vuestra por haberla tenido cerca !!!

    Un abrazo

    Blanca – 5-jun-2007

  16. SUEÑOS DEL CORAZÓN

    Nunca es tarde para soñar, para volar, para flotar…
    Fuentes, castillos, bosques y …Hadas,
    Hadas… brujas, señores y niños,
    pero cómo ¿nos los viste allí?,
    Yo sé que un hada llevaba a mi lado y ella
    dirigía mis pasos.
    ¿Niña, Hada,? Sí una niña de gran corazón,
    tierna, irónica y guasona
    que crea sueños a su alrededor.

    Una casa encantada, decadente,
    arreglada con esmero por unas manos
    suaves, menudas, alegres.
    En ella una mesa delante de la ventana,
    hay que mirar por ella con otros ojos
    los ojos del corazón, y sentarse,
    y ver un amanecer eterno lleno de Luz,
    sentir como el Hada te roza con sus alas y
    con voz suave y cantarina te dice:
    “puedes hacer lo que quieras”.
    Casa que deja asomar otra época,
    otro mundo, otro sueño;
    cruzando el umbral se adivina la magia que la envuelve,
    ¿te has dado cuenta? Lo que sucedió, sucede.

    Mamá, mamá… ¿de dónde vienes?
    De hablar con las hadas, mi niña
    ¿sabes? Son transparentes.
    Yo quiero verlas, ¿no hiciste fotos?
    No, ellas no se dejan,
    pero tú y yo soñaremos con ellas.

    Cova – 5-jun-2007

  17. Muchas gracias Ricardo (el hermano de Cari, quen en estos comentarios hay dos Ricardos hablando) por estas fotos de tu hermana. Qué ganas tenía de volver a verla.

    Está estupenda, aunque mi memoria se empeña en recordarla sonriendo con carita de bichejo, nariz encogida, luciéndole las pupilas de pura picardía y mirándome fíjamente como diciendo…a que sí.

    Esa es mi Cari.

    Un besote a todos.

    Altea – 5-jun-2007

  18. Quizás para conocer mejor a Caridad lo más fácil sería aproximarse a su padre, Carlos María Pérez-Accino, con el que tuvo una especial identificación. Carlos nos dejó en su poesía sensaciones que Cari vivía intensamente, como las que describe este poema que fue leído al entregar sus cenizas en el robledal de Almanza:

    OTOÑO

    ¿Habéis visto las hojas del otoño,
    amarillo de vida serenada?

    Yo he sido un poco otoño desde siempre.

    Hay momentos fugaces en mi alma
    de tranquila belleza
    en que todo se para, se remansa,
    y respiro la esencia de mi mismo
    en las cosas de fuera enajenada.

    ¡Quien fuera siempre otoño!,
    un otoño que nunca se acabara,
    un descansar en la claridad de fuera.

    Ser tan sólo impresión, sólo mirada,
    cera virgen, castillo sin almenas.

    Ser tan sólo ventana.

    Haciendo nuestras las palabras de su padre, hoy podríamos los que la conocimos identificarnos también con estos otros sentimientos

    VOCAClÓN

    La fuente de este mundo era pequeña
    para la sed inmensa de su alma.

    Y voló. Nos dejó por un espacio
    de infinita y luminosa calma,
    un espacio que nada delimita,
    un océano sin viejas coordenadas.

    Es triste y natural al mismo tiempo,
    el mundo es una jaula
    inhabitable para aquel que siente
    la divina nostalgia.

    No se puede volar entre paredes
    y ella tenía una ambición alada.

    No, no es posible retener a un ángel
    clavándole las alas.

    Y también con este, escrito por Carlos a la muerte de su padre, abuelo de Caridad.

    LA SOMBRA PERDIDA

    En tu mesa, el antiguo calendario
    que a diaria tocabas
    se ha quedado parado en ese día.

    Ya todo en ti es presente, ya no pasa
    la procesión pausada de tu vida.

    Ya estás fuera del tiempo y de la angustia
    que me dejas a mí para que siga
    pasando entre mis dedos el rosario
    de tus horas, que ahora son sólo mías.

    Ya es todo luz en ti. Ya es todo ahora.
    Ya no tienes deseos ni añoranzas,
    ya es todo plenitud, camino hecho,
    trascendencia cumplida, todo Gracia.

    Dile a Dios, cuyo rostro aquí no vemos,
    que sólo a El podíamos con calma entregarte,
    que sólo a su ternura cedemos tu custodia apasionada.

    A la pregunta de si Caridad escribió un libro, hay que contestar que sí. Efectivamente escribió uno. Escribió una publicación editada por el C.T.O. (Centro Técnico de Oposiciones) y cuyo título resume bastante de su filosofía vital: “Desafía tus límites”

    La cita de Maslow de la dedicatoria condensa la intención de la publicación al orientar y ayudar a estudiantes de oposiciones:

    «Lo que los hombres pueden ser, es lo que deben ser»

    Entre otras cosas ella decía:

    «si abres tu mirada y abarcas con ella una meta más ambiciosa, todo tu ser sentirá que el campo de batalla está a la altura de tu esfuerzo»

    «No podemos controlar en momento en que nos invadirá una emoción, ni podemos elegir el tipo de emoción, pero sí está en nuestra mano el tiempo que permanecerá»

    «No debemos reprimir las emociones, ya que todas tienen su propio valor y significado, debemos ser conscientes de ellas para evitar que nos desborden»

    «…no podemos esperar eternamente que el futuro sea mejor, hagamos del presente nuestro mejor momento, disfrutando a tope del hoy.»

    «..voy a ser feliz aquí, a mitad de camino, porque toda la vida es un largo camino, voy a entrenarme para disfrutar mientras me acerco a mis metas, y así aprenderé a ser feliz durante toda mi vida, no solo en los momentos “cumbre” en los que he conseguido algo.
    Para conseguir esto debo centrar mi atención en mi esfuerzo, en mi creciente sensación de dominio sobre la materia, en la aventura apasionante de romper continuamente mis límites»

    «No son las habilidades que realmente poseemos las que determinan cómo nos sentimos, sino las que nosotros pensamos que poseemos»

    «!Ojalá cuando termines hayas saboreado el placer de sobrepasar tus límites! Porque… ¿sabes?, crea adicción, y la vida se vuelve mucho más emocionante»

    Ricardo P-A – 5-jun-2007

  19. la foto que esta en el medio con su pantalón y su gorro es para mi la verdadera Cari; la que rompia esquemas, la que quería hacer un gran escandalo porque no la gustaba el pensamiento único. Su mente le permitia vaciar las mochilas de las personas que iban a verla, el lema de Cari era amor,amor y amor. Son pocas las veces que pensaba en ella y el reloj era su enemigo.
    Propongo que hagamos una asociación de los amigos de Cari para poder reunirnos y profundizar en todo lo que nos ha DEJADO.
    HAY QUE SEGUIR EL CAMINO QUE NOS HA ENSEÑADO. YO ME APUNTO A AYUDAR A PONER EN MARCHA ESTA ASOCIACION.
    RICARDO, ¿QUE OPINAS TU?

    Para mí es un ser de luz que nos ha enviado el universo y no debemos dejar pasar la oportunidad de seguir para que Cari siempre este presente.
    La lista esta abierta, demos el paso

    uno de tus seguidores

    Gaston – 5-jun-2007

  20. Discrepo Gastón. Cari no quería hacer ningún escándalo. Es verdad que a veces lo provocaba, pero sin querer. Era consecuencia de su falta absoluta de convencionalismo. Esto escandaliza pero no por su deseo sino porque vivimos metidos en un mundo excesivamente organizado; mejor dicho, artificialmente organizado, formateado, lo que contrastaba con su espíritu antiformalista. Su forma libre de pensamiento.

    Tampoco coincido en tu idea de la asociación, por más que la agradezca como iniciativa de alguien que la quería. Sin embargo Cari no era en absoluto amiga de personalismos ni de de este tipo de iniciativas sobre su persona. Es más, pienso que su mensaje, el que durante toda la vida nos ha ido dando con su hacer (más que con su decir) ha sido precisamente que es en nosotros mismos donde debemos de seguir investigando para poder realizar todo el potencial personal que cada uno llevamos dentro. Que debemos de traspasar nuestros propios límites, porque es dentro de nosotros donde tendremos la mejor de las proyecciones y el mejor de los proyectos realizar. Como bien decís, Cari no juzgaba. Incluso a personas que otros censurarían sus forma de ser o de actuar, para ella siempre había una condescendencia propia de su pensamiento en el sentido de que una persona, estuviese en su mejor momento de lucidez o traspasando la más oscuras de sus facetas personales, siempre era alguien digno de ser ayudado. Y así lo hacía. Porque creía que de alguna manera ese momento de esa persona era una zona oscura de su ser por la que debería de pasar para llegar a otro punto evolutivo de su única y respetable línea de avance personal. Es por ello una idea por completo humana individualista; no acorde con idea asociacionista alguna. Más bien lo contrario, de un humanismo extremo, pues pensaba que las personas no debemos quedarnos a medio tiro en el potencial inmenso que llevamos incorporado a nuestro ser.

    Los que la conocían saben que se ha pasado la vida ayudando a personas que estaban en crisis, abandonadas, solas. Pero no lo hacía únicamente por ayudarles, sino porque realmente pensaba que con un empujón para ayudarles a pasar ese desierto, ellos por sí solos harían después el resto. Lo que le permitía no apegarse a nadie a pesar de sus esfuerzos e inversiones en estas personas. Era capaz incluso de participar de proyectos que muchos calificarían de imposibles, únicamente por intentar descifrar qué reto se ocultaría detrás de cada uno de los partícipes en la empresa; convencida de que incluso de no prosperar todos tendrían cosas positivas que obtener en el proceso. Ella también desafiaba sus propios límites y nos invitaba a los demás a hacer lo mismo. Utilizaba la meditación para alejarse del ruido y poder oír en directo de la mejor de las fuentes. Pero sin embargo no recomendaba a los demás este sistema como el único. Era el suyo, y para ella cada uno de nosotros deberíamos de investigar en nuestras personas; sin aceptar los límites que la educación, las llamadas buenas costumbres o las deformaciones psicológicas nos imponen a diario.

    Un abrazo para todos.
    Ricardo P-A – 7-jun-2007

  21. Un saludo a todos y, muy especialmente, a Ricardo. Recuerdo a tu hermana muy bien. Alguien ha escrito que tenía los ojos verdes; sin embargo, yo recuerdo a Cari con el pelo muy negro y, el color de los ojos, muy azules. Tampoco olvido su expresión dulce, y su sonrisa. No sé si alguna vez hablé algo con ella; pero sí sé que era muy entrañable.
    Un beso y un abrazo muy fuerte…

    Beatriz Alcaide – 7-jun-2007

  22. Yo he escrito que tenía los ojos verdes porque así los recuerdo, pero no lo eran.

    En cuanto a la fundación querido Gastón, yo creo que hay un error en tu modo de mirar a Cari. Recuerdas el viejo cuento del dedo y la luna, «cuando un sabio señala la luna, el necio mira el dedo», pues no debe pasarnos a nosotros. Lo grande de Cari no era ella misma, sino su modo de mirar la vida, a las personas y a las situaciones.

    Sin duda alguna merece la pena recordar lo que enseñaba y también seguir buscando en esa línea, bien dentro de nosotros, bien en los libros, en los mensajes y aprendizajes que nos traen las cosas que nos ocurren.

    Lo importante es no olvidar lo que ella dice pero porque lo sabemos nuestro también y cultivarlo hasta donde llegue el infinito de cada uno de nosotros.

    Cari señalaba la luna. No hagamos una estatua de ella; miremos al cielo y comprobemos y aprendamos también qué quería decirnos.

    Un abrazo.

    Altea – 7-jun-2007

  23. Estimado Ricardo P-A gracias por tu opinión, pero creo que no se ha entendido bien el propósito o Gastón no ha traducido bien su francés medio español. Nosotros expresamos lo que hemos conocido y experimentado de Cari, que suponemos será diferente en cada uno. Al mencionar la palabra escándalo, y teniendo en cuenta su contexto, ésta hace referencia a lo que Caridad nos decía: en la vida hay que arriesgarse a buscar la verdad, la de cada uno, y triunfar sobre la mentira o la hipocresía. En este sentido Cari expresaba: me encanta que la gente se escandalice.

    Respecto a la asociación de amigos, esto no quiere decir que idolatremos a Cari, o miremos su dedo, ni tampoco personifiquemos, etc. Ella siempre decía que hay que quedarse con el mensaje y no con el mensajero. En este sentido nos referimos en crear algo bello donde el mensaje de Caridad y los amigos que nos conocemos gracias a ella, podamos tener un buen y noble motivo para seguir alimentado esta semilla que ha crecido en cada uno de nosotros. A Cari le encantaba las tertulias entre amigos. En Almanza, junto con Carlos, quisimos montar una asociación. También fomentó reuniones para hablar de psicología, intercambiar experiencias y formas de ver la vida. Estamos de acuerdo en que la individualización es necesaria, pero esta es imposible sin el aprendizaje y el intercambio con los demás (asociacionismo). De todas formas nosotros seguimos con este proyecto. Los que quieran participar o tratar este tema puede llamar al: 676 20 43 83. Un fuerte abrazo.

    Pedro y Gastón – 7-jun-2007

  24. La frase correcta es :

    NIEGA TUS DESEOS Y HALLARAS LO QUE DESEA TU CORAZON

    Yo me lio entre la lengua de cervantes y la de moliére

    El francés – 7-jun-2007

  25. Me alegra recordar a Juan Ramón Jiménez, que por cierto era tocayo mío. Debe de estar de moda esta frase. Últimamente lo utilizan hasta los políticos.

    Y aprovechando, hay un pasaje de Juan Ramón de las Elegías Lamentables que dice:

    Yo no quisiera nunca molestaros, cantando…
    Ved: este ramo blanco de rosas del ensueño puede hacer una música melancólica, cuando son reís con los labios; pero yo no os desdeño.

    Hay otra dentro de la aparente ironía de Juan R., ya que, bajo mi punto de vista, era un ser muy espiritual, que dice:

    Tú dijiste: ¡Cendero jejtraño!
    Yo: senderos estraños…¡jú, jú!
    ¡Qué tu lleba cendero jejtraño!
    ¡Es que soy de otra calle que tú!

    Bueno un fuerte abrazo

    Pedro – 9-jun-2007

  26. Caridad tuvo que ser una mujer muy especial para despertar tantos corazones valientes. ha tenido que sembrar tantas rosas en cada jardin que debe ser dificil contarlas.

    un besito

    Mirian – 9-jun-2007

  27. Cada tarde, paseo por un robledal, en todas las estaciones. Soy la única, de un grupo de cinco o seis personas, que voy observando el paso de las estaciones en los elementos de la naturaleza. Antes solía ir también cabizbaja, con miedo a tropezar, tropezando constantemente con mis pensamientos reincidentes, en los que siempre estaban personas y sus «hazañas».

    Enternecedor relato, Altea. Me siento un poco tú y un poco Cari.

    Un abrazo

    Concha – 12-ago-2007

  28. Conocí a Caridad hace 10 años cuando estaba preparando el MIR en CTO, gracias a su inestimable ayuda lo saqué con muy buena nota,, sin su ayuda no creo que me hubiesen ido igual las cosas…

    Sirmpre la he recordado y hoy que de nuevo que estoy preparando el MIR para hacer otra especialidad he intentado contactar con ella y he pensado en utilizar Internet para lograrlo, en la CTO a no hay pscicólogos…y me he quedado de piedra cuando he visto que ha fallecido.

    Mis condolencias a tod@s
    Ruth – 25-sep-2007

  29. Estaremos contigo hasta el final de los tiempos y la luz de TU AMOR guiará a todos nosotros en nuestros caminos, de eterna gratitud.

    TKM – 28-may-2009

  30. Ha pasado ya mucho tiempo y sigo pensando en su legado ,en cómo de alguna manera conectar con lo que fue … Gracias a todos por mostrarme el camino o una pequeña señal (cada uno a su manera ) en la que reconocerme para mi es muy importante. Me resulta difícil buscar en mis recuerdos marcados por los últimos que fueron los más duros, pero se con toda certeza que te tengo tan cerca que no te veo. Siempre te buscaré madre y no te olvido.

  31. Y se olvidaba darte las gracias por haberme dado una hermana, ella eres tú, aquí, nada podría ser más valioso para mi. La cuidare siempre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *