Hace más de 2500 años un gran filósofo, K’ung Fu-Tzu (Confucio), transmitió en China enseñanzas en torno a la ética, el orden y la justicia social que aún hoy siguen siendo un verdadero modelo a seguir.
Su concepción de la necesaria calidad humana en los dirigentes políticos es hoy, más que un sueño, una urgente necesidad.