Valor y filosofía

Nunca preguntaban cuántos eran los enemigos sino solo dónde estaban (Steven Pressfield, Puertas de fuego)
1 Los que se hacían la pregunta eran espartanos, hombres forjados en el continuo ejercitar de sus cualidades guerreras.
2 Los enemigos eran los persas, en aquella ocasión memorable en la que su rey, Leónidas, les acaudilló en un estratégico paso montañoso por donde querían pasar. Ilusos (los persas).
3 Cuántos eran los enemigos era una pregunta irrelevante. En realidad, tenían que acabar con ellos de uno en uno hasta donde llegaran sus fuerzas y sus habilidades.
4 Dónde estaban era algo fácil de adivinar. Justo delante, viniendo de frente. La única manera de no encontrarse con ellos era dar media vuelta y huir.
Lo curioso es que esto también puede leerse de otra manera.
1 El que se pregunta es el filósofo que hay dentro de cada uno de nosotros, ese que a veces olvidamos ejercitar para que tenga a tono sus cualidades humanas.
2 Los enemigos son los errores de conducta que cometemos, las debilidades morales, las dudas, las carencias de valores, lo que hace que no seamos perfectos como seres humanos.
3 Cuántos son los enemigos es una pregunta irrelevante. En realidad, tenemos que acabar con ellos de uno en uno hasta donde lleguen nuestras fuerzas y habilidades.
4 Dónde están es algo que se puede adivinar: justo viniendo de frente, en cada pequeña prueba que nos pone la vida por delante. Somos ilusos si pensamos que basta con dar media vuelta y huir para que desaparezcan.
Como Leónidas, también necesitamos valor para enfrentar al enemigo.
Por cierto, los espartanos de las Termópilas eran 300. Terminaron con un ejército de 10.000 persas. Ahí queda eso.

 

Por si no conoces su historia, aquí te dejo un enlace:
A la memoria del héroe

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