Sociedad esquizofrénica

El título de este blog no corresponde a ningún grupo de música actual, por más que sus nombres sean sumamente originales. Me estoy refiriendo a que en nuestra sociedad, en los momentos más dramáticos, se propugnan unos valores, pero se admite sin ningún problema que en los medios de comunicación de masas se denigren o rechacen.

La reflexión viene a raíz de la reciente trágica muerte de una menor en Sevilla. Una muerte sin sentido, una muerte absurda, fruto de una mente enferma, dentro de una sociedad enferma. Valentí Puig lo llama, en un excelente artículo, “la extraña sociedad”.

Para este articulista, la razón se encuentra en la pérdida de valores: “Figuras como el padre o el profesor pierden su condición de modelos a imitar. El antiautoritarismo alcanza a impugnar la autoridad legítima del padre o del profesor”.

Los padres de la menor coinciden: «La sociedad cada día tiene menos moral. Quizás seamos demasiado flexibles, empezando por los profesores en los colegios».

Pero por otra parte, vemos que en la sociedad se difunden sin ningún reparo mensajes violentos, racistas, denigratorios, que no se condenan por miedo a no parecer tolerantes. Es curioso que la noche que anunciaron la detención del confeso asesino de esta joven, en la televisión se proyectaba la primera parte de la película “Kill Bill”. Aunque hace casi seis años que se estrenó, nunca la había visto…, y aún puedo decirlo, porque sólo aguanté veinte minutos de secuencias llenas de violencia absurda. Y, sin embargo, es lo que llaman una “película de culto”, un icono de la sociedad actual. Al día siguiente, al comentarlo con algunos amigos, varios me confesaron que la película les gustó. Dios mío, o no entiendo nada, o estamos todos locos: ¿cómo podemos estar tan esquizofrénicos y por una parte “disfrutar” con Kill Bill y por otra condenar el crimen de Marta?

Continue reading

¿Es razonable la intuición?

No sabemos qué cosa es la intuición, pero Bobby Fischer, el gran maestro y campeón del mundo de ajedrez, hace una buena descripción de cómo funciona, al comparar a un buen jugador de ajedrez con un gran jugador de ajedrez.

Comentaba: “Cuando un buen jugador de ajedrez observa un tablero, considera alrededor de veinte movimientos posibles; él analiza todas estas jugadas y elige aquella que le gusta. Por otro lado, el gran jugador de ajedrez analiza sólo dos o tres movimientos posibles; su gran intuición le permite desechar inmediatamente un gran número de jugadas sin que, al parecer, haya hecho un análisis lógico”.

Creo que esta misma manera de actuar se la podemos atribuir a cualquier gran matemático, físico, químico, e incluso me atrevería a añadir que a cualquier gran artista, poeta, músico, etc. Con la diferencia de que a esta habilidad los científicos la llaman intuición y los artistas inspiración.

Allí donde la razón debe analizar todas las posibilidades, todas las combinaciones, tomando un tiempo largo, a veces muy largo, la intuición es instantánea, un segundo y ya está, ahí tenemos la respuesta, sin cálculos, sin razonamientos y sin pérdida de tiempo. Es como un sexto sentido capaz de abrirse paso entre millones de posibilidades.

Cuando Einstein, en 1905, escribió su ecuación E=mc², tuvo que elegir entre millones de posibilidades para la constante; eligió la velocidad de la luz al cuadrado “c²”. Sin cálculos, por pura intuición, porque en aquella época no había ninguna forma de verificar la validez de esta ecuación. Esta fórmula no se pudo comprobar hasta años más tarde con el nacimiento de la energía atómica. Y resultó ser exacta.

Continue reading

Arco iris

Esta mañana Madrid se ha levantado con una sorpresa sobre las cabezas de sus habitantes. Por si no hubiese sido poco la nevada de hace unos días, que nos dejó tan sorprendidos como encantados, y que mantuvo la capital en blanco durante una semana, ramas de los árboles, caminos (que los hay), parques, patios de colegio, piscinas y tejados blancos. Jamás había visto tanto muñeco de nieve por metro cuadrado, ni familias invadiendo los parques a los que no se les acababa la nieve por más guerras de risa y bolas que se echaran. Todos eran felices, lo decían sus caras. La Navidad, con algo de retraso, había llegado hasta su interior; la de verdad, y nadie podía evitarlo.

Hoy, la meteorología, que es como todos los grandes emperadores: dura y asesina si lo quiere, mágica y sugerente si nos muestra su gran lado, el más común y generoso, nos ha vuelto a sorprender a todos los gatos, los de todas las razas.

Sonámbulos al volante, mientras atravesábamos la M-40, (la gran autopista de circunvalación), o cualquier otra, todos dirigiéndonos hacia el norte, como en todas partes del mundo ocurre por la mañana, un enorrrrrrrrrrrrrrrme arco iris mostraba absolutamente todos sus colores con gran nitidez, cruzando la ciudad de lado a lado.

Eso tampoco ocurre nunca aquí, como tampoco tener una semana de nieve. Costaba estar atento a la carretera, todos mirábamos hacia arriba, perplejos y encantados. De nuevo la sonrisa era el bien común en el rostro de Madrid. Una sonrisa por haber sido tocados con algo que no es habitual para nosotros. Tenemos teatros, musicales, grandes fiestas, museos, restaurantes, rastro, mil bares de todos los colores. Pero no nos visita el arco iris, no en la capital. Nos visitan los gobernantes de otros países, pero no la nieve, más que de paso. Estamos rodeados de ejecutivos y empresarios, y somos también hippies, pijos o currantes, pero no solemos jugar juntos, todos al mismo son.

Continue reading

Lo duradero

Al comenzar a escribir sobre valores que nos humanizan, de valores universales que nos permitan reflexionar sobre lo verdaderamente importante, me he preguntado por cuál de ellos empezar, qué cualidad podría estar entre las primeras.

Es difícil decidirse, pues cada valor tiene su importancia, así como la tiene el hecho de que no se den aislados sino reforzándose unos a otros. Pero de entre todos los valores que podemos reconocer como válidos para toda la vida y para todos los seres humanos, tal vez sea precisamente eso, lo perdurable, lo duradero, lo que no lleva la etiqueta de “usar y tirar” lo que necesitemos comenzar resaltando.

Nuestro tiempo se caracteriza por todo lo contrario, por el cambio continuo, por la búsqueda de novedad, por la comida rápida, el amor rápido, los resultados rápidos… y por los fracasos rápidos. Basta con parecer (que es más rápido) en lugar de ser (que es más lento pero duradero).

No se trata de una actitud de desapego que deja que las cosas fluyan, sino de un apego a lo cambiante, a lo superficial, que nos desarraiga de nuestro propio ser. Lejos estamos de aquella actitud de viejas civilizaciones que buscaban en todo lo que hacían y construían su duración en el tiempo.

Continue reading

Obama

En pocas horas tomará posesión de su cargo electo como presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama. Que yo recuerde, nunca había causado tanta expectación la figura de un nuevo presidente. Y no me refiero sólo en el país que va a dirigir durante los próximos cuatro años, sino en todo el mundo.

Son muchos los elementos que han contribuido a aumentar la expectación y también la esperanza en este nuevo presidente. Se trata de su juventud, sus discursos y sus brillantes frases. Es también, claro está, su color de piel en un país donde en algunos Estados hace menos de 50 años se le hubiera prohibido subir a un autobús público. Y por supuesto, es el contraste con el presidente que ha gobernado durante los últimos ocho años y que ha sido fuente de protestas, disturbios y amenazas en el resto del mundo.

Se ha generado una ola tan grande de ilusión con este nuevo personaje que no podemos más que reflexionar como filósofos el alcance de este fenómeno. Por supuesto que queremos ser optimistas y desearle todo lo mejor en su mandato, a él y a su país. Como estudioso del fenómeno de Internet, he seguido con admiración su presencia en la red, su habilidad para usar esta tecnología para llegar al corazón de mucha gente antes desesperanzada y ahora ilusionada.

Pero entiendo que es muy difícil cambiar el mundo actual en la forma en que está planteado. Me da mucho miedo que este nuevo presidente sólo sirva para mantener una falsa ilusión, pero que todo siga funcionando igual. Me causa extrañeza que en un país como en el que vivo los políticos dirigentes tengan más confianza en la posibilidad de cambio que inspira Obama que en su propio quehacer, en su obligación de mejorar España. Más les valdría que dedicaran todo su esfuerzo a mantener un país que poco a poco está perdiendo su empuje y su crecimiento para convertirse en la oveja negra de la Unión Europea.

Esta tarde, muchos millones de personas, en los cinco continentes, estaremos esperando el inicio de una nueva era en el Gobierno que más se ha involucrado en la política del resto de los Gobiernos. Rusia ha anunciado que por fin reanuda el suministro de gas a Europa. Israel se retirará de Gaza. Mientras, al-Qaeda sigue con sus amenazas (esta vez contra Alemania) pero ETA lleva más de 24 horas sin ningún atentado.

Continue reading

Trabajo y valor

Venía del Campito. Se ha convertido en un jardín con muchos habitantes a los que hay que cuidar, y además está el huerto y la casa.

Y en el camino de vuelta recordaba cómo era aquel lugar cuando lo vimos por primera vez. Era un pinar, simplemente, y por medio estaba dibujado un camino que habían tejido las cabras de un rebaño cercano año tras año. ¿Sabéis lo que crece en un bosque de pinos? Solo pinos, y lentisco, a los pies de cada árbol. Solo pinos, la tierra siempre cubierta de pinochas secas y lentisco. Eso era todo.

Y lo que hay ahora no ha crecido espontáneamente, ni lo ha sembrado ni cuidado ningún jardinero. Los seres que allí viven están allí porque nosotros los invitamos a estar, los llevamos como niños en sus cunas, les dimos biberón, curamos sus enfermedades, ahuyentamos a sus enemigos, cuidamos su adolescencia, les dimos de comer y de beber. Solo por eso están ahí. Y estamos contentos de que estén. Y creo que ellos también son felices con su casa, que es tan suya o más que la nuestra. A cambio de lo que les damos, cuidados y amor, ellos nos dan su belleza, su aire puro, sus flores y sus frutos. Su amor. Creo que salimos ganando.

Hay pocas cosas más hermosas que un jardín.

Continue reading

Sin dinero

Os propongo una página web. Se llama SIN DINERO

www.sindinero.org

y os propongo una idea, o más bien os la recuerdo: se puede vivir sin dinero. Ya, ya, todos estamos pelaos, pero no es eso. Es más allá de eso, que más pelados están en el sur del sur, ¿verdad?

Os recuerdo, me recuerdo, que los regalos se pueden hacer sin dinero o con muy poco, que para ir de viaje prefiero la casa de un amigo que además es el mejor guía del mundo, ya que entre museo y museo, me va contando su vida y aconsejando a la mía. Que para vestir prefiero el rastro, que es más original y además cada tendero tiene una historia llena de sueños. Que para amueblar, la restauración hace que cada pieza tenga un trozo de mi tiempo, mi creatividad y mis cuidados, para celebrar las tartas caseras y para jugar la cuerda y la madera.

El dinero nos lo pone fácil pero nos aleja de nosotros y de los demás… A ver si lo recuerdo, a ver si lo hago mío.

Como el perro y el gato

Así es como parece que se llevan ciencia y filosofía, como el perro y el gato. Y son muchos los científicos que no pierden oportunidad para expresan este sentimiento adverso. Incluso el llamado príncipe de las matemáticas, Carl Friedrich Gauss (1795-1798), escribió: ”Cuando un filósofo dice algo que es verdad, entonces es trivial. Cuando él dice algo que no es trivial, entonces es falso”.

Más recientemente se cuenta la siguiente anécdota: un rector de una importante universidad entra en el aula de física muy enfadado gritando: «¿Por qué ustedes los físicos siempre necesitan un equipamiento tan caro? El Departamento de Matemáticas sólo necesita papel, lápices y papeleras y el Departamento de Filosofía es aún mucho mejor, ni siquiera necesita papeleras». Esta anécdota refleja muy bien el sentimiento negativo que muchos científicos tienen de la filosofía, la de una materia poco clara en la que todo vale.

De modo que cuando a mí me propusieron aportar una visión que reuniera ciencia y filosofía me vino a la cabeza este sentimiento “perruno” que muchos científicos sienten hacia la filosofía. Creo que este sentimiento nace de un desconocimiento de los verdaderos objetivos de la filosofía.

La filosofía busca la realidad, la verdad, a través de estados intermedios que Platón llamó recta opinión, sin importar el camino que cada uno haya elegido según sus gustos y aspiraciones.

Continue reading