En pocas horas tomará posesión de su cargo electo como presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama. Que yo recuerde, nunca había causado tanta expectación la figura de un nuevo presidente. Y no me refiero sólo en el país que va a dirigir durante los próximos cuatro años, sino en todo el mundo.
Son muchos los elementos que han contribuido a aumentar la expectación y también la esperanza en este nuevo presidente. Se trata de su juventud, sus discursos y sus brillantes frases. Es también, claro está, su color de piel en un país donde en algunos Estados hace menos de 50 años se le hubiera prohibido subir a un autobús público. Y por supuesto, es el contraste con el presidente que ha gobernado durante los últimos ocho años y que ha sido fuente de protestas, disturbios y amenazas en el resto del mundo.
Se ha generado una ola tan grande de ilusión con este nuevo personaje que no podemos más que reflexionar como filósofos el alcance de este fenómeno. Por supuesto que queremos ser optimistas y desearle todo lo mejor en su mandato, a él y a su país. Como estudioso del fenómeno de Internet, he seguido con admiración su presencia en la red, su habilidad para usar esta tecnología para llegar al corazón de mucha gente antes desesperanzada y ahora ilusionada.
Pero entiendo que es muy difícil cambiar el mundo actual en la forma en que está planteado. Me da mucho miedo que este nuevo presidente sólo sirva para mantener una falsa ilusión, pero que todo siga funcionando igual. Me causa extrañeza que en un país como en el que vivo los políticos dirigentes tengan más confianza en la posibilidad de cambio que inspira Obama que en su propio quehacer, en su obligación de mejorar España. Más les valdría que dedicaran todo su esfuerzo a mantener un país que poco a poco está perdiendo su empuje y su crecimiento para convertirse en la oveja negra de la Unión Europea.
Esta tarde, muchos millones de personas, en los cinco continentes, estaremos esperando el inicio de una nueva era en el Gobierno que más se ha involucrado en la política del resto de los Gobiernos. Rusia ha anunciado que por fin reanuda el suministro de gas a Europa. Israel se retirará de Gaza. Mientras, al-Qaeda sigue con sus amenazas (esta vez contra Alemania) pero ETA lleva más de 24 horas sin ningún atentado.
Se abre un nuevo camino a la esperanza y el cambio. ¿Seguro? Esperemos que sí. Mientras, lo que más me importa es felicitar a mi hermano en el día de su cumpleaños.