Una barbaridad, don Hilarión

(Tachín, tachín, música de acompañamiento): «Hoy las ciencias adelaaantaaaan que es una barbaridaaaaad!». ¿Recordáis esta canción de don Hilarión en La verbena de la Paloma?

¡Ay, si este hombre viviera ahora! ¡Le daba un patatús!

Podría parecer que la física es una ciencia seria y rigurosa, que se basa en hechos comprobables experimentalmente, que verifica hipótesis acerca de las leyes de la materia a través de complicados teoremas y sofisticados laboratorios.

Efectivamente, así es.

Nada más lejos del rigor científico que pensar que la vida y lo que le ocurre a una persona se pueden explicar según un modelo físico y, por tanto, que el mundo en que vivimos se puede cambiar.

Pues no. Eso era antes.

Antes de que la ciencia se adentrara en lo infinitamente pequeño de la materia y estableciera relaciones lógicas con lo infinitamente grande, la física se limitaba a describir las leyes que afectaban al mundo: el Sol regía el sistema solar con su cohorte de planetas y el átomo hacia lo propio con su séquito de electrones.

Pero llegaron los científicos visionarios que pensaron que aquí había algo más que explicar. Y empezaron a explicar…

Y hoy la ciencia se encuentra en un punto en el que se pueden plantear preguntas como: ¿cómo se produce la fisión del átomo?, pero también, ¿qué es la vida?, ¿por qué estoy aquí?

Os preguntaréis: ¿esto tiene algo que ver con “mi” vida y “mis” circunstancias? Interesante cuestión.

Dios no juega a los dados.

Eso lo dijo Einstein. Ese sí que fue una fuente de intuiciones. No solo tenía claro que se podían explicar las leyes del mundo, sino que daba por sentado que hay un orden superior que incumbe al hombre igual que a toda la Naturaleza.

La física vivía sosegadamente su investigación de la materia hasta que llegó Maxwell y puso fórmulas matemáticas a los fenómenos eléctricos y magnéticos. El primer notición fue que con ello se predecía la existencia de luz no visible.

Después llegó Einstein y con su famosa fórmula E=mc2 puso un telescopio que enfocaba al corazón del enigma: la energía está escondida dentro de la materia. Y eso desvelaba la forma de ir a por ella. Eso, más que un notición, fue la bomba (metafóricamente hablando).

Y, claro, eso de que a altísimas velocidades, la energía se comprime y se transforma en masa… Suena raro.

Raro, sí. Pero en los aceleradores de partículas pasan cosas muy raras. La masa de los electrones en el sincrotón es 2000 veces mayor que su masa normal.

Rutherford comprobó que los átomos estaban vacíos en un 99% y Bohr demostró que los electrones pasan de un estado de energía a otro por saltos cuánticos discontinuos de h (la constante de Planck). ¿Y esto qué importancia tiene?

En los laboratorios comenzaron las juergas experimentales: un bombardeo de electrones por aquí, un acelerador de partículas enorme por allá… Y empezaron a ver cosas como que ahora una partícula está y ahora no está. O ahora está en dos sitios a la vez. Los físicos lo constatan todos los días. Y hablan de posibilidades que se pueden materializar descartando otras… Y de que materia y energía se manifiestan como ondas o como partículas según les conviene… Y que pensamiento y materia son diferentes grados de plasmación de la energía…

Así que, ¿cuál es la versión breve de lo qué dice la física cuántica sobre nuestras circunstancias?

Pues dice (ojo al dato) que si tú quieres, puedes cambiar tu vida. No importa cómo la hayas enfocado hasta ahora. Lo importante es que puedes redirigirla si actúas de la forma elegida. Y que puedes cambiar el mundo en que vives. Solo tienes que empezar por ti mismo.

Justo lo que todos los auténticos filósofos dijeron siempre. Bárbaro.

En fin, don Hilarión, un mundo infinito de posibilidades…

One thought on “Una barbaridad, don Hilarión

  1. En realidad la física no dice (cito):

    ‘Pues dice (ojo al dato) que si tú quieres, puedes cambiar tu vida. No importa cómo la hayas enfocado hasta ahora. Lo importante es que puedes redirigirla si actúas de la forma elegida. Y que puedes cambiar el mundo en que vives. Solo tienes que empezar por ti mismo.’

    Lo que hace es poner una base científica a lo que ya se sabía, o apoyar el conocimiento en un estudio riguroso, que es mucho más aceptable que simplemente decir que algo es así porque lo hemos pensado mucho.

    Los científicos no pretendemos explicar de buenas a primeras el conjunto de la vida, o porqué estamos aquí. Lo que queremos es desentrañar esos enigmas poco a poco, entendiendo todos los pasos del desarrollo y de la naturaleza, para que cuando digamos que la tierra gira alrededor del sol o que el hombre ha evolucionado del mono, tengamos algo en lo que basar nuestra opinión.

    Una científica.

    —-

    http://catuxa20.worpress.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *