Lo importante es mirar hacia adelante sabiendo que el camino solo aparecerá ante nuestros ojos si comenzamos a caminar.
Lo importante es reconocer que hay otros que también caminan, y preferir ayudarnos mutuamente a hacernos daño mientras dura el tramo que compartimos.
Lo importante es pararnos un momento en medio del camino y recordar los horizontes que buscábamos, corrigiendo nuestro rumbo si comprobamos que no vamos bien.
Lo importante es sembrar en cada paso del camino una esperanza, un acto generoso, un pensamiento amable con quienes están más cerca y con la naturaleza que nos cobija.
Lo importante es aquello que nos hace sentir que no hemos derrochado excesivamente el tiempo que tuvimos.
Lo importante es darnos cuenta, cuando la puerta de salida está más cerca que la de entrada, de que queremos dar un paso adelante para continuar la aventura.