El bien y la justicia

 

En cierta ocasión, preguntaron al maestro Confucio: ¿qué opinión te merece el que devuelve bien por mal?

El maestro respondió: si devolvemos bien por mal, ¿cómo corresponderemos el bien?

El bien ha de pagarse con el bien, pero el mal debe ser respondido con la justicia.

Ser filósofo

Hace bastante tiempo  tuve la suerte de entrar en contacto con esta escuela de filosofía que nació del maravilloso impulso del profesor Jorge Ángel Livraga. Desde entonces no sólo no  he dejado de encontrar verdaderos tesoros de conocimiento en las enseñanzas de tantos maestros que han alumbrado a la humanidad, sino que, más importante aún, la filosofía me ha enseñado a despertar la capacidad de ver y comprender por mí mismo, de poder dar y de crecer interiormente en esta maravillosa aventura que es la vida.

Por ese motivo es que quisiera comenzar esta nueva etapa del blog sintiéndome agradecido y recordando al profesor Livraga en el 19 aniversario de su muerte. Gracias a seres humanos como él es posible  que se eleven senderos de concordia, de conocimiento y de esperanza, que permitan el reencuentro del ser humano consigo mismo, con los demás  y con la Unidad de la Vida.

La intención

Vivimos tan deprisa que no nos damos cuenta que la mayor parte de las experiencias y circunstancias que nos acontecen en la vida las hemos sembrado con anterioridad.

Es buena práctica preguntarse por la finalidad e intención que anima la mayor parte de nuestros actos. Hacer consciente el para qué de lo que hacemos. El enfoque, el sentido es muy importante, no sólo por el resultado objetivo que producimos a través de nuestros actos, sino por el estado de la conciencia con el que vivimos y por tanto con el que saboreamos cada instante.

La realidad presente y futura la construimos primero en nuestra mente y en nuestro corazón.