Mentes maravillosas

Muchos tuvimos la oportunidad de ver la película “Una mente maravillosa», y creo que todos nos quedamos con la misma pregunta: ¿por qué y cómo estas mentes maravillosas fracasaron ante el dilema que nos plantea el poeta dramaturgo irlandés Yeats: la inteligencia humana debe escoger entre dos aspiraciones excluyentes, la perfección de la vida o de la obra?

John Nash es el matemático sobre el que está basada la película, interpretado por Russell Crowe. Una mente maravillosa es el caso más famoso, pero no el único. Hubo otros casos no tan conocidos pero igualmente extraordinarios, de los que exponemos a continuación, aunque sea brevemente, algunas notas biográficas.

Von Neumann

De pequeño ya asombraba a todos por su memoria; dicen que leía una columna de la guía telefónica varias veces y era capaz de responder a las preguntas que le hiciesen de nombres, domicilios o teléfonos. A partir de ahí todo fueron genialidades en matemática, física, programación, etc. De niño, von Neumann demostró tener una memoria increíble. Poundstone, en ‘El dilema del prisionero” escribe:

Continue reading

María Zambrano, la filósofa del alma

El reciente reconocimiento de Hipatia, una de las más grandes filósofas de la historia, me ha traído el recuerdo de nuestra querida María Zambrano, sin duda la más grande filósofa española. Porque también estuvo a punto, por un exceso de celo fanático de sus adversarios, de perder la vida. Pero afortunadamente su afán de vivir le hizo evitar el peligro y así alcanzar su época de madurez durante el exilio lejos de España.

Si filosofía es amor al conocimiento, ¿por qué siempre hemos interpretado que ese conocimiento ha de ser racional, fruto de nuestra mente lógica? Zambrano es un vivo ejemplo de esa otra filosofía, como amor al conocimiento, más que a la razón. Aunque ya he escrito en otras ocasiones sobre la personalidad de María Zambrano, sobre su pensamiento, ahora quería escribir más con el sentimiento que con la razón. Primero transcribiré algo de lo que María Zambrano escribió la razón, hablando de Séneca (“El pensamiento vivo de Séneca”, Madrid-1963). En una próxima ocasión escribiré sobre filosofía, sentimiento y razón.
Continue reading

Globos de color

Ayer llegaba tarde al teatro y me cogí un taxi. Nada más entrar le dije al conductor: «corra, por favor, que llego tade al Nuevo Apolo». Me respondió algo muy gracioso: «no se lo va usted a creer, pero hace justo dos horas Ana Duato me ha dicho lo mismo… corra, que llego tarde al Nuevo Apolo. Vaya casualidad, ahí justo donde usted va sentada, no me había pasado nunca».

Llegué a la carrera al teatro y resultó que la función había sido cambiada de hora, así que me dio tiempo a tomar unas cañas en una terraza cercana. Tras un rato buscando mesa, se levantaron dos rubias dejando una libre. Cuando les pregunté: «¿os vais?», me quedé perpleja comprobando que una de ellas era Ana Duato. No solo compartimos taxi ese día, sino que después usaríamos la misma mesa (que en Madrid es casi tan difícil como coger el mismo taxi) y el mismo teatro (miedo me da preguntar en qué asiento estaba…). No pude evitar hablar un poco con ella sobre lo ocurrido, fue bastante amable y sonriente.

Bueno, todo esto no da para más que un montón de casualidades, aunque no sé si Jung tendría algo que decir al respecto. Cuando menos, me quedaré con el dicho japonés según el cual tener tres casualidades con la misma persona en un día es un signo evidente de buena suerte para ambos.

Sin embargo, aquí no hay globos de color, ¿verdad? No, esos fueron en la función. Hacía tiempo que nadie me hacía sentir tan infantil, y eso es justo lo segundo que aprendí ayer (aparte de quedarme esperando una explicación a tanta casualidad con la actriz), aprendí lo sencillo que es desempolvarnos un poco el alma y el prana a la vez. Lo elevamos con belleza, pero lo acercamos con inocencia.

Continue reading

Palabras

Estaba hablando hace unos días con un amigo, maestro toda su vida de las hermosas lenguas de nuestros antepasados inmediatos, el latín y el griego. Tan versado es en ellas que me contó una vez que, paseando con su familia por el puerto, se toparon con un barco polaco de pasajeros que a todos llamó la atención por su belleza y que enseguida quisieron visitar si ello fuera posible.

Cuando abordaron el navío, intentaron dar a conocer su deseo al oficial que les atendió, pero todo fue en vano. Nadie en el barco sabía una palabra de español. Así que estuvieron a punto de desechar la idea de la visita, no sin sufrir una gran decepción, cuando a mi amigo se le ocurrió una idea genial. Con gestos como santiguarse o unir sus manos en oración consiguió que el oficial entendiera que deseaban hablar con el sacerdote del barco, y una vez que fue este avisado y se presentó ante ellos, con enorme sorpresa para todos los presentes comenzó una fluida conversación con él… ¡en latín!

Por supuesto, visitaron el barco, siendo el sacerdote su singular guía, y mi amigo el intérprete para su familia.

Y, como antes contaba, hablábamos sobre diccionarios, de latín y griego, y los más queridos por mí, los diccionarios etimológicos. Le contaba que para mí era fascinante, y casi siempre imprescindible, acudir a mi diccionario etimológico en desesperada ayuda para descifrar el contenido primigenio de las palabras. Nunca encontré mejor manera de penetrar el alma de las palabras que conocer su nacimiento. Los romanos, los griegos, los árabes; ellos fueron los que dieron alma a las palabras que hoy usamos.

Continue reading

Hiperespacio

He terminado de leer un libro titulado “Hiperespacio”, y no es un libro de ciencia ficción, es un trabajo muy serio del profesor de física teórica Michio Kaku. Es un libro interesante, bien construido, con muchas referencias y anécdotas, ameno y fácil de leer, lo que no es poco para tratarse de un libro que trata sobre la teoría de supercuerdas y espacios multidimensionales.

En uno de los capítulos finales trata sobre el reto que la humanidad tiene por delante, el hecho inevitable de que el universo morirá; bien por “frío” en un universo abierto, o bien por “fuego” con un universo cerrado.

El profesor M. Kaku nos dice que imaginar una posible vía de escape a esta catástrofe es muy difícil, porque nuestro cerebro piensa de una forma lineal, mientras que el conocimiento lo hace de forma exponencial. Los físicos John D Barrow y Frank Tipler están plenamente de acuerdo con esta línea de pensamiento y añaden que: “La tecnología continuará creciendo exponencialmente durante miles de millones de años”.

¿Qué tipo de civilizaciones, en el futuro, será capaz de encontrar una posible solución?

Continue reading

Un plató de televisión

El martes estuve en la grabación del nuevo programa de televisión Dragolandia (territorio Dragó). No es que sea más o menos afín a este caballero, aunque me gusta parte de su obra, parte de su espíritu vividor y el modo en que lucha por lo suyo.

Siempre me han impresionado los platós de televisión. Te das cuenta de los dos mundos, o más, paralelos que se están dando a la vez. El mundo que saldrá por pantalla y el que todos creeremos después es uno. El que realmente se está dando en el plató, lleno de falsedades, decorados de cartón piedra, retoques de maquillaje, repeticiones de escenas, etc., es otro. El primero, completamente ilusorio, pero perfecto; el segundo, completamente real, desde el que se manejan los verdaderos hilos para que surja el milagro de la ficción.

Pero hay más mundos previos, el de la casa de alguien que piensa el guión, alguien más que diseña el decorado, alguien más que ensaya en su casa…

Incluso está el mundo de un «sin papeles», es decir, los espectadores. Personas que, en realidad, vemos todo lo que está ocurriendo sin ser actores, directores, guionistas… ni parte activa. Y, sin embargo, es desde ahí desde donde mejor se aprecian las cosas. Ves moverse a la Tierra desde el espacio, a la galaxia desde el universo.

Jodorowsky dijo en ese mismo programa algo digno de ser recordado:

Continue reading

Ejemplos

Hay cosas que se tienen en la cabeza, otras en el corazón, pero algunas veces esas cosas llegan a mover las manos y los pies. Estas veces son las que cuentan. Estas veces son las que mueven las almas que le rodean a uno.

Las buenas ideas son buenas. Los buenos sentimientos son buenos. Pero si no se convierten en actos buenos no son nada, no mueven nada en el universo.

Mozart seguramente tuvo buenas ideas y buenos sentimientos, pero si no hubiera escrito el Ave Verum Corpus, ¿qué hubiera dejado a la humanidad, a sus hermanos? Sus ideas y sus sentimientos sí le hicieron mover la mano sobre la partitura vacía y eso sí que fue bueno. Buenísimo. Para muchas, muchísimas almas durante cientos de años. Esto es lo válido.

Oí decir que la verdadera enseñanza, la que auténticamente queda marcada a fuego, es la enseñanza del ejemplo. Quizá de ahí venga la estrecha relación vital entre maestros y discípulos que existiera en los casos en que verdaderamente el maestro era maestro y el discípulo era discípulo.

Continue reading

La percepción del tiempo

En julio de este verano de 2009, tuve la siguiente conversación con mi buen amigo J. Carlos, en la que me contaba:

–Estoy asustado por la velocidad con la que se me pasa el tiempo, paso de lunes a viernes y de verano a invierno casi sin darme cuenta. En cambio, recuerdo que cuando yo era pequeño el tiempo pasaba más despacio. Las semanas me parecían como meses y los meses, especialmente los de verano en vacaciones, me parecían como años. Tengo la extraña sensación de que el tiempo pasa más rápido a medida que envejezco.

–Sí, es cierto, a mí me ocurre lo mismo. Yo, a veces, también tengo esa extraña sensación de que, cuanto menos tiempo me queda, más rápido se va. Tan extrañado estoy que empiezo a sospechar que los relojes y calendarios que nos venden están todos trucados.

Pero ¿quién no ha tenido alguna vez la “extraña sensación” de que el tiempo a veces se alarga y otras se acorta? ¿Qué pasa con el tiempo? ¿Es que el tiempo es como una especie de goma de mascar cósmica que se puede estirar y acortar?

Continue reading