Las palabras y su contenido

Fue en el autobús.

Un grupo de estudiantes comentaba despreocupadamente sus idas y venidas de por la mañana, en ese tono que permite al resto del autobús participar de la conversación.

En un momento dado, la chica dijo: “es que no hay que mezclar churros con meninas”.

Entonces lo comprendí.

Comprendí la importancia de conocer las palabras y su significado.

Como la frase original es “no mezclar las churras con las merinas”, la que así hablaba traslucía la pérdida de la historia que se escondía detrás del dicho.

La generación de su abuelo sabía perfectamente que las churras y las merinas son dos tipos de ovejas y que nadie las mezclaría por cuestión de calidad. Las churras dan muy buena leche; y las merinas, muy buena lana. Cruzarlas significaría perder calidad en ambos productos. De ahí el dicho.

https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59214&Lng=0

Como dicen los estudiosos, las palabras abren puertas a determinados objetos pensados, y las cosas se vuelven presentes cuando las nombramos: si hablamos de las churras, pensaremos en ovejas; si hablamos de los churros, nos entrará hambre.

Hoy la generación del smartphone utiliza palabras más complicadas: hashtag, whatsapp, software y demás colección del palabrero “redesocialístico”. Pero pertenecen a un lenguaje concreto, vacío de conceptos abstractos y de matices en los significados. Esto se traspasa al lenguaje coloquial, al de comunicarse con el de al lado.

Como dice López Quintás, “Las expresiones del lenguaje actual aluden vagamente pero no capturan el significado, falta precisión. Es lo que algunos autores han llamado el pensamiento insípido, que brota en un clima de confusión mental”.

Y es que, como dice Jaspers, el lenguaje es, de algún modo, el lugar en el que se conserva el saber adquirido. Por eso, cuando desaparece un término de nuestro vocabulario, quedamos huérfanos de su significado, deja de ser nuestro. Hemos perdido su tesoro.

Y esto nos lleva a la cuestión de la primacía del lenguaje visual en detrimento del escrito y su relación con el despertar de la inteligencia.

Pero ese es otro tema. No mezclemos churras con merinas.

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