Sócrates perplejo: la posverdad

Cuántas veces nos habrán repetido siendo niños: “No se dicen mentiras”.

Pues, hala, llegamos a adultos y lo de decir mentirijillas se nos queda pequeño.

Acabamos de inventar las macromentiras, o sea, las mentiras a nivel planetario, que incluyen todas las variedades de este producto: calumnias, patrañas, medias verdades y bulos. Con ellas, hemos generado la posverdad, que significa que el discurso emocional y los prejuicios se imponen a los hechos objetivos en los estados de ánimo de la opinión pública.

Nos quedamos tan campantes siendo aplastados por la avalancha de falsedades que nos echan encima.

No se trata de inofensivas mentiras que no nos afectan. Al contrario, nos incumben y mucho, pues determinan la marcha de la sociedad en que vivimos y, por tanto, nos incluyen en la corriente que arrastra nuestro mundo en una determinada dirección.

Continue reading

No se admiten niños

Los niños a veces son insoportables: chillan, berrean, moquean y tienen la irritante manía de hacer pucheros por todo. Estás tranquilamente disfrutando de una cerveza en una terraza y ahí está el niño, metiendo su cochecito en tu tapa, o corriendo entre las mesas. Si estás haciendo cola para el cine, ahí está también, preguntando en voz alta si el Capitán América es más fuerte que Hulk o no; ¡pero si la vas a ver ahora! Parece que no tienen educación ni modales, y sus padres apenas son capaces de hacer otra cosa que atiborrarlos a caramelos para que se callen y todas las miradas dejen de clavarse en ellos. Menos mal que hay sitios donde no se admiten niños y los adultos podemos estar tranquilos, lejos de su exceso de energía y falta de control emocional.

¡Los niños! Dicen que son la semilla del futuro; una semilla, la verdad, que cada vez toleramos menos. No es solo que incordien al vecino y den trabajo a la familia, es que encima hay que educarlos. Con lo fácil que sería conectarlos en plan Matrix a una máquina, y que se descargaran de ahí todos los conocimientos y toda la educación que necesitan para llegar a la edad adulta sin molestar.

–¡Hola papá!, ya soy adulto.

–¡Qué bien, hijo!, no nos hemos enterado, ¿cómo te llamas, por cierto?

Y lo cierto es que sí, son las semillas del futuro. No hay más que pensar en las personas que ahora llevan las riendas del mundo: los que deciden las políticas, los jueces que aplican las leyes, los que mandan tropas a la guerra o los que contaminan ríos y mares, todos ellos fueron niños alguna vez. También fueron niños los que rescatan animales, los médicos que van voluntarios a trabajar a países en desarrollo y quienes luchan por la vida digna y los derechos de otros seres humanos. Todos ellos fueron niños y otros, que fueron niños también, les sustituirán.

Continue reading

Pobres argumentos

Nueva Acrópolis - Anuario 2016

Nueva Acrópolis - Anuario 2016Hacía mucho tiempo que un periódico no publicaba un artículo con críticas a Nueva Acrópolis. La cantidad de actividades que realiza esta organización y de las que damos puntual noticia en nuestro sitio web es la mejor respuesta a dichos comentarios. Nuestra labor en catástrofes humanitarias, la promoción de la filosofía, de la música, la pintura o el ajedrez, de actividades para jóvenes, la gran cantidad de labores de acción social, etc., hablan por sí solas.

Esta semana un medio digital (quizás pronto todos lo sean) ha publicado una mezcla de crónica, reportaje y artículo de opinión con un pobre argumentario que ahora quiero comentar.

Nos enseñan los filósofos clásicos que debemos argumentar con hechos y no con opiniones. Habrá quien opine que Nueva Acrópolis es una secta, pero frente a eso podemos responder con hechos como este reconocimiento internacional o este otro, o simplemente mencionar que la finalidad de Nueva Acrópolis es radicalmente anti sectaria.

A veces hay un periodista bien intencionado, pero mal informado, que se vale de un «experto anti sectas» (por cierto, él gana mucho dinero con sus críticas, mientras que yo no percibo nada por mi labor voluntaria) que se dedica a alarmar a los lectores, minusvalorando lo que hacemos o simplemente interpretándolo de forma tergiversada.

En esta ocasión quien escribe, con alguna falta de ortografía, aprovecha para criticar a otra organización que mantiene una guardería y un comedor para refugiados y utilizar pobres argumentos contra Nueva Acrópolis, basados en una supuesta entrevista con una persona que fue miembro de esta organización y que lejos de tener mal recuerdo, reconoce que «lleva a cabo una labor encomiable para la ayuda de quienes más lo necesitan».

Continue reading

El valor de ser mujer

En el día en que se recuerda el papel de la mujer trabajadora, recordemos también que la filosofía no hace distinciones entre hombres y mujeres en cuanto a sus aptitudes para enfrentar la vida. Hay enormes ejemplos de ello en la historia. Algunos hombres que dejaron huella se atrevieron a defender la importancia de la mujer aunque su tiempo o su sociedad no lo hiciera.

Sin revanchismos ni discriminaciones, celebremos que somos humanos en un mismo barco, navegando por el misterioso mar de la vida, que necesita capitanes y timoneles, marineros y vigías para llevar a buen puerto nuestra nave. Tod@s somos necesarios. Tod@s podemos realizar un buen trabajo.

Ser mejores

A veces, en esos raptos de heroísmo de sofá que nos arrebatan de vez en cuando, pensamos que tendríamos que mejorar el mundo, y ¡zas!, en nuestra imaginación ya lo cambiamos: antes era rojo, y ahora es verde; o antes era azul y ahora es morado. Así, todo de golpe.

Pero la realidad es que no podemos pretender que un muro sea de piedra si está hecho con ladrillos.

Cada uno de nosotros es un ladrillo (sin ánimo de ofender) y deberíamos conseguir llegar a ser una buena piedra (por lo del muro, se entiende). Y si llegamos a aprender cómo se hace esa transformación, seremos capaces de enseñar a otros cómo hacerlo.  Sin dinamitar los ladrillos, ni las piedras, ni nada, que lo dejan todo hecho un asco.

Reflexionemos y actuemos sin alejarnos de los principios éticos que reconocemos como valores, y lo demás irá llegando.

El mundo empezará a mejorar transformando el primer ladrillo.

Conócete y encontrarás tu sitio

Publicado en
http://www.filosofiaparalavida.pe/articulos/conocete-y-descubre-tu-destino/#more-988

Había una vez, en algún lugar que podría ser cualquier lugar y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: “No sabía quién era”.

“Lo que te falta es concentración –le decía el manzano–. Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves qué fácil es?”.

“No le escuches –exigía el rosal–. Es más sencillo tener rosas. ¡Mira qué bellas son…!”.

Continue reading

¿Por qué deseamos tanto el estado del bienestar?

El mundo en el que vivimos nos habla continuamente del estado del bienestar. Es aquello a lo que aspira nuestra sociedad. Alcanzar y mantener el estado del bienestar es moneda de cambio en los juegos electoralistas de la política. Todos queremos estar bien. Todos queremos estar mejor. Tener acceso a lo básico, sí, pero también disfrutar de los canales de televisión, de un buen móvil, tener Internet en casa, salir a tomar unas cañas, ir de compras, hacer escapadas de fin de semana… y todas las cosas que se consideran parte del estado del bienestar.

Todo lo que nos rodea nos incita a mantener la creencia de que hallaremos la felicidad en un aspecto más juvenil, en las compras online, en comprar en tal o cual supermercado. La gente de los anuncios sonríe todo el tiempo mostrando la gran alegría y satisfacción que le produce comer una marca de jamón concreta, la paz casi extática que produce un yogur con bífidus o la serenidad espiritual que se esconde en las cajas de laxantes. Puede parecer cómico, pero es así, y sutilmente se nos va quedando la idea de que son esas cosas las que nos van a ayudar a sentirnos mejor cuando las cosas que nos suceden en la vida nos dejan sin suelo bajo los pies. Entonces queremos ir de compras para llenar una necesidad que no se anuncia en ningún comercial.

Incluso las empresas, a través de los nuevos descubrimientos de la neurociencia y la psicología, tratan de motivar a sus empleados para sentirse más plenos y satisfechos con su trabajo, básicamente porque si les gusta lo que hacen no tendrán que convencerles de que sacrifiquen una tarde de pasar con la familia para dedicarlo a responder correos o preparar presupuestos para clientes. Serán más productivos, la empresa ganará más, el empleado también (aunque tenga que echar más horas) y podrá comprar cosas que no va a poder disfrutar y que, si lo piensa un poco, ni siquiera necesita.

El problema es que nuestro estado del bienestar no nos hace sentir bien. No como querríamos. No como creemos que debería ser.Tenemos éxito laboral, ganamos dinero, lo gastamos, formamos una familia, hacemos todo lo que se ve en los anuncios de televisión y en las películas, pero por dentro nos invade la angustia y la sensación de echar nuestro tiempo en un saco lleno de agujeros. De dedicarlo a cosas que no nos dan lo que buscamos.

Continue reading

Valor y filosofía

Nunca preguntaban cuántos eran los enemigos sino solo dónde estaban (Steven Pressfield, Puertas de fuego)
1 Los que se hacían la pregunta eran espartanos, hombres forjados en el continuo ejercitar de sus cualidades guerreras.
2 Los enemigos eran los persas, en aquella ocasión memorable en la que su rey, Leónidas, les acaudilló en un estratégico paso montañoso por donde querían pasar. Ilusos (los persas).
3 Cuántos eran los enemigos era una pregunta irrelevante. En realidad, tenían que acabar con ellos de uno en uno hasta donde llegaran sus fuerzas y sus habilidades.
4 Dónde estaban era algo fácil de adivinar. Justo delante, viniendo de frente. La única manera de no encontrarse con ellos era dar media vuelta y huir.
Lo curioso es que esto también puede leerse de otra manera.
1 El que se pregunta es el filósofo que hay dentro de cada uno de nosotros, ese que a veces olvidamos ejercitar para que tenga a tono sus cualidades humanas.
2 Los enemigos son los errores de conducta que cometemos, las debilidades morales, las dudas, las carencias de valores, lo que hace que no seamos perfectos como seres humanos.
3 Cuántos son los enemigos es una pregunta irrelevante. En realidad, tenemos que acabar con ellos de uno en uno hasta donde lleguen nuestras fuerzas y habilidades.
4 Dónde están es algo que se puede adivinar: justo viniendo de frente, en cada pequeña prueba que nos pone la vida por delante. Somos ilusos si pensamos que basta con dar media vuelta y huir para que desaparezcan.
Como Leónidas, también necesitamos valor para enfrentar al enemigo.
Por cierto, los espartanos de las Termópilas eran 300. Terminaron con un ejército de 10.000 persas. Ahí queda eso.

 

Por si no conoces su historia, aquí te dejo un enlace:
A la memoria del héroe

Del color del cristal con que se mira

Cierto día un recién llegado a un pueblo donde vivía un sabio, llegó hasta él y le dijo:
–¿Qué clase de gente vive aquí?
El sabio respondió con otra pregunta:
–¿Qué clase de gente era la que vive en el pueblo de donde viniste?
El recién llegado replicó:
–¡Oh! Son unos miserables, hostiles, mezquinos, sin sentimientos de comunidad y es muy difícil convivir con ellos.
–Bien –dijo el sabio–, esa misma clase encontrarás aquí también.
Al poco tiempo, otro visitante del sabio hizo la misma pregunta:
–¿Qué clase de gente es la que vive aquí?
El anciano replicó preguntando:
–¿Cómo era la gente del lugar de donde vienes?
–¡Oh! –respondió el segundo forastero–, eran personas espléndidas, bondadosas, buenos amigos y llenos de bondad.
–Entonces –dijo el sabio– la misma gente encontrarás aquí.

(Henry Thomas Hamblin)

Y pensando, pensando, me pregunté si muchas veces no juzgamos a los demás sin darnos cuenta de que nuestros juicios, prejuicios y forma de entender las situaciones nos condicionan y nos ciegan ante muchos aspectos positivos que nos podrían aportar aquellos que son distintos a nosotros, o que tienen otras opiniones.

Y recordé lo que dice el diccionario que es la tolerancia: “respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás CUANDO SON DIFERENTES o contrarias a las propias”.

Continue reading

Invisibles

INVISIBLES

Publicado el 2 de septiembre de 2014 en

http://acropolis.org.bo/invisibles/

Escrito por Perséfone

Caminando por una ciudad cualquiera, en medio de pitos de autos, música estridente, conversaciones aquí y allá. Los conductores pisan cada vez más el acelerador; no quieren detenerse aunque el semáforo esté en rojo. Quienes van por la acera no caminan, corren, esquivan aprisa obstáculos, personas, tiendas, vendedores; ya no hay tiempo. Todos corren, quieren llegar rápido. ¿Adónde? No sé.

Continue reading